Defendemos el derecho a la vida desde el primer instante de la concepción, nos informamos de todas las leyes que están a favor y dicen sí a la vida y lo hacemos con el mejor corresponsal, Miguel Toledano
«Sí a la vida en Lousiana, ¿Un demócrata Justo?», Miguel Toledano
El 29 de mayo pasado, la Casa de Representantes de Louisiana aprobó, por abrumadora mayoría de 79 contra 23, el proyecto de ley que “prohíbe abortar a un ser humano no nacido con latido de corazón detectable”. Dos días más tarde, el gobernador del estado, del Partido Demócrata, sancionó la ley, por fidelidad a su programa electoral y a sus creencias. A diferencia de lo que ocurre en España, la partitocracia no obliga a los políticos estadounidenses a seguir necesariamente las consignas dictadas en los despachos de sus partidos. Aunque el Partido Demócrata sea fundamentalmente abortista, existen casos honrosos y el referido gobernador Edwards hizo honor a su conciencia y al compromiso con sus electores.
Esto significa que, a partir de la entrada en vigor de la ley, el aborto de un niño no nacido quedará prohibido en el estado del pelícano, octavo que se suma a eta tendencia esperanzadora.
La ley contiene tres excepciones, en las que el aborto se permite:
La primera es cuando el aborto sea “necesario para prevenir la muerte de la mujer embarazada o prevenir un riesgo serio de perjudicar de forma sustancial e irreversible una función corporal básica de la mujer embarazada”.
La segunda es la que precisamente da a la ley su principal razón de ser: la existencia o ausencia de latido de corazón en el bebé. Si éste no se detecta, el aborto es posible.
La tercera es la “futilidad médica”, es decir, cuando “el niño no nacido tiene una profunda e irremediable anomalía congénita o cromosómica que es incompatible con la permanencia de la vida después del nacimiento”.
Por el contrario, el aborto no queda permitido en los supuestos de violación o incesto.
Los lectores de Marchando Religión percibirán similitudes y diferencias si están siguiendo la serie sobre la defensa de la vida en los Estados Unidos. De carácter algo menos restrictivo que la ley de Alabama, esta iniciativa de Louisiana se asemeja a las de Mississippi y Ohio, así como a la de Missouri, aunque en ésta se establecía un reducido umbral de carácter temporal, a saber, 8 semanas de gestación a partir de las cuales el aborto no es posible.
En caso de practicarse un aborto prohibido, los profesionales que hayan intervenido sufren penas de hasta dos años de prisión y pérdida de su licencia. La madre abortista no queda sujeta a sanción, como parece ser la tendencia general en las normas aprobadas a lo largo de este año vertiginoso.
La entrada en vigor de la ley es curiosísima para la mentalidad jurídica española, porque se hace expresamente depender de la de la ley de otro estado federado, Mississippi, actualmente objeto de paralización judicial.
Hoy ahorramos a nuestro público tiempo de lectura, porque la norma del territorio criollo es breve y clara, mereciendo pocas disertaciones ulteriores.
Para terminar, valga un retorno al inicio: en el título hacemos referencia al gobernador Edwards, defensor de la vida en su estado natal pero también protector decidido de la llamada “minoría LGBT”. Pero esto, naturalmente, es harina de otro costal.
Miguel Toledano Lanza
Domingo Segundo después de Pentecostés, 2019
Nos unimos a ese sí a la vida en Lousiana, ¿Quieren leer los anteriores artículos de Miguel Toledano sobre el aborto? Les invitamos a ello:
El derecho al aborto se tambalea en EEUU
Combate legal contra el aborto
Continúa la ofensiva legal contra el aborto en los EEUU
New York, New York, ley de salud reproductiva
Defensa de la vida en el medio Oeste
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