CRISTO vino a restaurarnos la vida divina que habíamos perdido por el pecado original. Instituyó el bautismo como el medio práctico de entrar en lo sobrenatural.
Matrimonio y bautismo. Por Raoul Plus, S.J
La persona bautizada no es sólo un alma y un cuerpo, sino un alma en la que Dios vive. Según uno de los Padres de la Iglesia, el bautismo es un matrimonio entre Dios y el alma; llega a llamar al alma Spirita Sancta la forma femenina del Espíritu Santo (Spiritus Sanctus).
Sin este matrimonio de Dios y el alma, el individuo no puede tener fecundidad espiritual. Es imposible: el acto humano más noble realizado por alguien en pecado mortal no tiene valor en todo por el cielo.
Entonces, ¿Qué es el matrimonio de dos seres de carne y hueso? Es la imagen en el plano terrenal de una unión más hermosa aunque invisible: la unión de Dios y el alma. El bautismo, el matrimonio, dos sacramentos de unión, y el segundo siempre serán un símbolo del primero. Unión de Dios con el alma, unión de marido y mujer. Dos sacramentos de unión; dos sacramentos de la fecundidad.
Sin Dios, el alma no puede hacer nada fructífero por el cielo; sin el otro, marido y mujer no pueden engendrar hijos. Y así como San Pablo podría llamar adulterio a todo pecado, ya que es un divorcio deliberado de Dios, así cada ruptura en el vínculo matrimonial es un adulterio culpable y verdadero.
Por tanto, tanto el bautismo como el matrimonio son sacramentos de unión inviolable. Una ruptura de la unión, ya sea un divorcio de Dios o un divorcio de la pareja en el matrimonio, puede en cualquier caso llamarse adulterio.
¡Qué mejor garantía tienen los esposos de su fidelidad recíproca que su vida en común en estado de gracia! Cada uno de los dos que se niega a divorciarse de Dios está, por tanto, más seguro del otro. Unidos como están por la misma promesa, por abrazos conyugales, están igualmente unidos entre sí por el mismo Espíritu Santo que forma el vínculo entre ellos.
Cualquier esposo o esposa que niegue esto ya, está cometiendo una ofensa contra la integridad del don de sí mismo. Cada uno de los dos debe vivir la verdad de la definición de Tertuliano de un alma en gracia. «¿Qué es un cristiano?» preguntó. «Un cristiano es un alma en un cuerpo, y Dios en esa alma».
Dar a la pareja en el matrimonio sólo los dos primeros elementos y rechazar la tercera es no dar todo, no dar lo mejor. Verdaderamente es un despojo, un despojo que daña a marido y mujer. ¿Es posible no darse cuenta de esto? Sigue siendo profundamente cierto de todos modos: de hecho, es una doble traición. Porque, ¿Quién puede decir que alguien que ha sido lo suficientemente cobarde como para traicionar a Dios no tendrá la misma probabilidad de traicionar a la pareja de su vida? Tan cierto es esto, que solo la fidelidad a Dios puede dar plenitud al matrimonio.
Raoul Plus, S.J. (1882-1958) escribió más de cuarenta libros para ayudar a los cristianos a comprender el amor de Dios por el alma. Sus obras enfatizan el papel vital de la oración en la vida espiritual y muestran cómo se pueden vivir las verdades de la fe.
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