El Profesor Peter Kwasniewski se une a nuestro elenco de firmar habituales. Agradecemos al profesor este deferencia hacia nuestra página, nos llena de orgullo contar con sus artículos en Marchando Religión.
La urgente necesidad de un “Nuevo Hábito Mental”:El MIT aboga por la MTL
Sí, has leído correctamente: MIT, como el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Sin embargo, mi título es un poco engañoso. El MIT no está abogando explícitamente por la Misa Tradicional en Latín. No son tan vanguardistas. Se trata más bien de un reciente podcast (https://alum.mit.edu/slice/podcast-praise-wasting-time-mit-professor-alan-lightman) del profesor del MIT, Alan Lightman,que,analizando sobre cómo la tecnología y la sociedad han afectado la manera en que los humanos usamos el tiempo y cómo se ordena la sociedad misma, toca varias necesidades extremas de los hombres modernos y que encuentran un poderoso remedio en el culto tradicional de los católicos.
El profesor Lightman comienza y termina con una anécdota sobre un viaje a Camboya. Cuando le preguntó a una mujer de la aldea cuánto tiempo le llevaba cada mañana cabalgar diez millas por un camino de tierra para conseguir materiales para la cocina, él se sorprendió cuando le respondió que ella no pensaba en cuánto tiempo le llevaba. Comparado con cómo él, occidental moderno, supervisa tan de cerca el monitoreo del “costo del tiempo” se sorprendió de que alguien pudiera vivir con una indiferente calma al paso del tiempo. Ella simplemente tomó el tiempo que era necesario para su tarea.
¿Cuánto tarda la Misa? Esta es una cuestión que parece ser de gran importancia en el mundo católico en general, donde la gente quiere “entrar y salir” de la manera más “ajustada” posible. El almuerzo dominical tiene que hacerse, o hay un evento deportivo al cual ir, o hay un trabajo en el patio, o están las compras para toda la semana; en cualquier caso, ¿quién quiere estar en la iglesia tanto rato? Cuando asistí por un año a la Universidad de Georgetown (1989-1990) supe de un sacerdote jesuita que era famoso por la misa del domingo en 11 minutos a las 11 de la mañana. Era muy popular con los estudiantes que querían “cumplir con su obligación”.
Sabemos que los católicos que asisten a la Misa Tradicional en latín son grupo autoseleccionado. (esto ya nos dice algo significativo, es decir, que aquellos que aman la liturgia ¡son atraídos por sus formas tradicionales!). Vale la pena señalar sobre este punto que en general ellos están poco preocupados sobre “cuánto va a tardar la Misa” y están dispuestos a ir. Incluso también esperan gustosos asistir a largas liturgias solemnes. Como la mujer de Camboya, están dispuestos a hacer el largo viaje hacia la ciudad y volver. ( http://www.newliturgicalmovement.org/2019/02/the-way-is-goal-against-reducing-mass.html#.XPllxohKhPZ) Quieren pasar el tiempo en ella sabiendo que la liturgia es la mejor y más importante cosa que hacemos como católicos.
El ejemplo de caminar por un camino largo es algo tedioso, pero entonces diremos que pasamos el tiempo en las cosas y con la gente que amamos. El dicho “el tiempo es oro” nos es familiar, pero una mejor la versión de esto sería “el tiempo es vida”. Nuestra vida se mide en el tiempo. En lo que pasamos el tiempo es en lo que pasamos la vida. Es improbable que el Señor nos vaya a preguntar en el juicio si pasamos suficiente tiempo en los deportes, o comprando, o trabajando, o durmiendo. Parece más bien que Él nos preguntará porqué no rezamos más cuando pudimos y debimos haberlo hecho.
Volviendo ahora al profesor Lightman, me impresionó particularmente por sus observaciones, las que comienzan en el minuto 25 del podcast:
“Creo que ahora estamos destruyendo nuestro mundo interior a través del mundo cableado [después de haber destruido el mundo natural] Es más sutil, no es tan obvio, pero estamos comenzando a documentar los malos efectos de nuestro frenético hiperconectado estilo de vida…Creo que la situación es grave. Creo que en cierto modo es tan serio como la destrucción de nuestro medio ambiente, aunque parece invisible en parte. Y ya podemos encontrarnos en un punto de no retorno…Estamos perdiendo nuestra habilidad para saber quiénes somos y qué es importante para nosotros. Entonces, ¿hay algo que podamos hacer? De algún modo necesitamos crear un nuevo hábito mental, tanto para los individuos como para la sociedad. Necesitamos una nueva actitud mental que valore nuestra reflexión interior, que valore la tranquilidad, que valore la privacidad, la reflexión personal, que honra al yo interior.”
Luego nombra algunas sugerencias. Para los alumnos de enseñanza primaria y secundaria ( K-12), unos periodos de diez minutos diarios de silencio. Para todos los estudiantes, más tiempo para reflexionar sobre el trabajo académico que paraestar bombeando tareas. Sugiere habitaciones silenciosas en las oficinas donde la gente pueda ir a leer un libro, o a cerrar sus ojos, o rezar. A las familias que la cena sea completamente “desenchufada”. Todos debieran salir a caminar. A nivel de la sociedad, debieran existir “zonas libres de pantallas”. (Esta última sugerencia fue música para mis oídos. He notado que con los años ya casi todos los espacios públicos – en hoteles, restoranes, aeropuertos, donde quiera que la gente se reúna – están dominados por una pantalla gigante de televisión. Esto hace prácticamente imposible que el centro de gravedad, que el peso de la atencióncaiga sobre una persona sola que está leyendo un libro o sobre una conversación entre amigos). El apunte final hecho por el profesor Lightman es sobre la necesidad que tenemos de que él denomina “tiempo no estructurado”, esto es, tiempo en el cual no estamos haciendo nada en particular, pero en el cual somos libres para estar a solas con nuestros pensamientos”
Este podcast es especialmente interesante porque muestra a un prominente pensador secular notando una profunda crisis y buscando una salida. Creo que lo que está implícito en su investigaciónapunta a que las bases de la sociedad están profundamente dañadas. El profesor Lightman nos da un vistazo a la sociedad moderna que tropieza al tratar de encontrar una manera de salir del desastre que ha hecho con toda su novel clarividencia. Él entrega el diagnóstico correcto, pero ¿son sus propuestas efectivas, o, pueden tomarse seriamente? Uno puede decir que son buenas, pero no lo suficientemente radicales. ¿Una habitación silenciosa en una oficina hará una gran diferencia? Muy dudoso. No sin otros cambios en la disposición mental.
La determinación fundamental es cómo ordenamos nuestras vidas. ¿Estamos ordenando nuestras vidas en la dirección en la que el mundo lo hace, o debiéramos hacer algo más? No es fácil salir de la “cableada” sociedad moderna. Lightman dice que podemos encontrar “un nuevo hábito mental”. Yo no sé si él sabe acerca de la antigua Misa Latina, o acerca de los otros rituales del catolicismo tradicional, pero no puede dejar de sorprendernos lo bien que estas cosas,que un día fueron generalizadas y que están volviendo de nuevo hoy en día, encarnan el lento, reflexivo, pocotecnológico, y práctico enfoque que Lightman recomienda como tan necesario para la cordura y la sobrevivencia. Como alguien una vez señaló, el efectista trabajo de John Cage, 4’ 33’’, que consiste en cuatro minutos y treinta y tres segundos de cero interpretaciones y con solo los sonidos ambientales de la sala de conciertos fue “compuesta” en un momento (1952), en el que millones de católicos cada semana experimentaban sobre este gran silenciodurante el silencio del Canon Romano. Cage fue aclamado como un genio pionero, pero él fue un dilettante infantil comparado con la Santa Madre Iglesia.
Una de las mayores virtudes de la liturgia tradicional es que permite la práctica de un nuevo hábito de mente que puede liberar a los humanos de su esclavitud de las cosas superficiales. Refleja la fundamental elección del cristianismo de ordenar todas las cosas a Dios, al hacer tiempo para Él, al hacer una habitación para Él. La liturgia tradicional por sí misma probó ser capaz de ser el eje de la Cristiandad, el corazón ardiente de la vida religiosa, la fuente de la fortaleza del matrimonio y de la familia, el adhesivo de la sociedad católica. ¿Podemos decir esto del Nuevo Orden litúrgico, tal como es practicado en todas partes, debido a sus propias características, tal como lo entiende su promulgador?https://rorate-caeli.blogspot.com/2019/04/a-half-century-of-novelty-revisiting.html
El teocentrismo radical del clásico rito romano, que tiene como contrapartida la primacía de la vida interior por sobre la actividad externa y los fenómenos, paradójicamente conduce al máximo posible al desarrollo de la fisonomía externa del rito y al fenómeno estético asociado a él. Esto no es una contradicción, sino la necesaria consecuencia de tomar primero lo primero. La liturgia tridentina hace posible una libertad interior no-estructurada precisamente por su fiable disciplina de la forma ritual y por su continua orientación hacia Dios. Nunca un sacerdote reza tan intensamente como cuando él está situado ad orientem susurrando las palabras sagradas. Nunca los laicos rezan tan intensamente como cuando ellos están arrodillados durante la Misa, dejando envolver sus sentidos e incitando sus corazones.
En contraste con el reinado de la liturgia diseñada como un taller social o “escuela de sociología cristiana” ( la descripción de Pablo VI) para los fieles habrá una lucha perpetua por recobrar la teocentricidad y la interioridad que se ha perdido e, irónicamente, también habrá una lucha más fuerte por adquirir el esplendor de las características externas. Ellas aparecerán siempre más como “pegadas” en las fusiones como que propiedades emergentes.
Las observaciones del profesor Lightman, que se han hecho eco de muchos comentaristas sobre sociedad moderna y tecnología (por ejemplo, Marshall McLuhan, Augusto Del Noce, Ivan Illich, Neil Postman, Mark Bauerlein) van en contra de los supuestos básicos del Nuevo Orden litúrgico, esto es, que la modernidad es, o contiene, un movimiento del Espíritu Santo que nosotros debemos abrazar. En vez de ofrecer un verdadero contrapunto al espíritu mundano, el Nuevo Orden regurgitó ese espíritu mundano sobre una cuasi litúrgica parafernalia. El perdido hombre moderno no encontrará su camino de vuelta hacia lo que es perenne y, en este sentido, en lo no-moderno es en el único lugar en el que sería capaz de encontrarlo: la liturgia de la Misa
De ahí la vital necesidad espiritual, psicológica y sociológica de nuestro tiempo por el usus antiquior.
La Misa Tradicional no es meramente un asunto estético. Concierne más bien a todas las crisis que estamos enfrentando como sociedad, como raza, como planeta. La única manera de ir hacia adelante es reordenándonos hacia Dios. Esto comienza con los titos litúrgicos tradicionales, orientales y occidentales, que inculquen en el hombre la práctica de este ordenamiento, sin una contradicción abierta o sutil. La idea clave aquí es entender bien la sabiduría de la Tradición católica. Este es un reordenamiento que requiere un esfuerzo diario y trabajo. Debemos aplicarnos nosotros mismos cuidadosamente a este trabajo. Esto va al grano de la naturaleza caída. No es una palabra o profesión susurrada de vez en cuando lo que hace que la práctica sea efectiva. Esta es una de las grandes virtudes de la liturgia tradicional. Nos ayuda en este trabajo cuando necesitamos más ayuda. Es una locura apartar esta ayuda.
Un último pensamiento. Es triste que el reflejo más común para la gente que se llega a dar cuenta de la crisis interna de la sociedad occidental sea volverse hacia las lejanas prácticas de Oriente o al New Age más que a la bella tradición cristiana. Un amigo mío una vez conoció a una simpática joven de América del Sur. Ella estaba leyendo un libro sobre el budismo. El amigo mencionó a la pasada que el cristianismo también tenía una rica tradición espiritual y mística, y le dio a ella algunos títulos para que los mirara. Muchos años después, ella le escribió de la nada para decirle: “Gracias por ayudarme a encontrar mi camino de regreso a la fe católica”.
A pesar de las décadas en que los hombres de Iglesia han hecho su mayor esfuerzo para obscurecer, deformar, abandonar o proscribir la rica tradición espiritual y mística del catolicismo, Nuestro Señor no permitirá que sea quitada de su Iglesia. La mayoría de los católicos no lo sabe todavía, pero esta Tradición sigue aún con vida, tan saludable como lo fue y siempre será. Debemos hacer nuestra parte para hacerla conocida y amada.
PETER KWASNIEWSKI
Puede leer más artículos del profesor Peter Kwasniewski en su página: www.peterkwasniewski.com
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