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Jesús reina por la Eucaristía

¿Cuántos reyes reinan por amor? Jesús no reina sobre los territorios, sino sobre las almas: Jesús reina por la Eucaristía

Jesús reina por la Eucaristía. Del libro de Monseñor Schneider Christus Vincit

(Del libro Christus Vincit, donde Monseñor Schneider es entrevistado por Diane Montagna).

La Eucaristía, el Amor

Tanto mi madre como mi padre fueron unos católicos ejemplares para nosotros. Puedo afirmar que el corazón de mis padres estaba centrado en la Eucaristía. Ellos nos inculcaron un amor profundo y  veneración hacia la Sagrada Eucaristía. Incluso en su ancianidad insistían en recibir la Sagrada Comunión siempre de rodillas.”

M.Athanasius Schneider.

En el capítulo IV del libro Christus Vincit, nos explica Monseñor con bellísimas palabras, que a través del sacramento de la Eucaristía, Jesucristo nos dice: “Te quiero. No solo quiero estar cerca de ti, quiero entrar en ti mediante la Eucaristía, en tu cuerpo, en tu alma, de la manera más profunda posible. Quiero estar unido a tu alma por mi divinidad, visitarte, entrar incluso en tu cuerpo y santificarte, habitar en ti”.

El Dios encarnado no solo habitó entre nosotros en la tierra. Ahora habita en nuestros altares en el momento de la consagración en la Misa y habita en el Sagrario. Él siempre desciende al altar. Fue Santa Teresa de Jesús quien dijo: “Jesús no desciende para vivir y habitar en un cáliz de oro, en el sagrario, sino para habitar en nuestras almas”. Esta es la Eucaristía. Esto es el Amor.

Por eso, nos recuerda Monseñor, la importancia de los gestos externos: cuando prescindimos de signos externos de temor, sacralidad y reverencia, con el tiempo disminuye necesariamente nuestra Fe en la Presencia Real de nuestro Señor y su Encarnación.

Christus Vincit (Cristo vence)

Jesucristo ha combatido, y ha quedado dueño del campo de batalla. Ha vencido la falsa sabiduría de los que se tenían por sabios y, ante la Eucaristía que se levanta sobre el mundo difundiendo sus rayos, huyen las tinieblas como las sombras de la noche al aproximarse la salida del sol.

Jesucristo en la Eucaristía es un conquistador que nunca se detiene, marchando siempre adelante.

Cuantas veces se apodera de un país, planta en seguida allí su regia tienda eucarística: su toma de posesión consiste en erigir un tabernáculo.

Christus Regnat (Cristo reina)

Jesús no reina sobre los territorios, sino sobre las almas: reina por la Eucaristía. El dominio efectivo de un rey consistirá en que sus súbditos guarden sus leyes y le profesen un amor verdadero.

La Eucaristía es la ley del cristianismo: ley de caridad, ley de amor, promulgada en el cenáculo por aquel admirable discurso que Jesús pronunció después de la cena: “ Amaos los unos a los otros, este es mi precepto. Amaos como yo os he amado. Permaneced en mí y observad mis mandamientos”.

¿Cuántos reyes reinan por amor? Apenas hay otro rey que Jesucristo cuyo yugo no se imponga por la fuerza: su reinado es la dulzura misma y sus verdaderos súbditos se someten a Él en vida y en muerte, y mueren, si es preciso, antes que serle infieles.

Christus Imperat (Cristo impera)

No hay rey que mande en todo el mundo. Pero Dios Padre dijo a Jesucristo: “Te daré en herencia todas las naciones”. Y Jesús, al enviar por el mundo a sus lugartenientes, les dijo: “Todo poder me ha sido dado en el cielo y en la tierra: id y enseñad a todas las naciones enseñándoles a conservar todo cuanto os he mandado”.

Del Cenáculo salieron sus órdenes, y el tabernáculo eucarístico, que es una prolongación y una multiplicación del Cenáculo, es el cuartel general del Rey de los reyes. Aquí reciben sus órdenes todos los que defienden la buena causa.

Christus ab omni plebem sum defendat. (Que Jesucristo nos defienda de todo mal)

La Eucaristía es el divino pararrayos que aparta de nuestras cabezas los rayos de la justicia divina.

La sangre de Jesús que ha teñido nuestros labios nos hace terribles a Satanás: señalados con la sangre del cordero, no figurado, sino verdadero, no hay que temer ya al ángel exterminador. La Eucaristía protege al culpable para que tenga tiempo de arrepentirse.

¡Y cuán desgraciados son los pueblos que se han quedado sin la Eucaristía! ¡Qué tinieblas y que anarquía reina en los espíritus, qué frialdad en los corazones!

A nosotros la Eucaristía nos libra de todos los males

Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat; ab omni malo defendat.

Vete entonces a la Sagrada Mesa,

con los ojos bajos,

juntas las manos con porte respetuoso,

anda con gravedad y modestamente.

Ponte de rodillas con alegría y felicidad en el corazón.

Al comulgar, ten derecha e inmóvil la cabeza y bajos los ojos.

Abre modestamente la boca,

pon la lengua humedecida sobre el labio inferior,

y tenla inmóvil, hasta que el sacerdote haya depositado en ella la Sagrada Forma.

Puedes guardarla, si quieres, por un momento sobre la lengua,

para que Jesús, Verdad y Santidad, la purifique y santifique.

Después, cuando la Sagrada Hostia esté ya en el pecho,

pon tu corazón a los pies del Divino Rey,

tu voluntad a sus órdenes,

y tus sentidos a su mejor servicio.

San Pedro Julián Eymard.

Grupo Hijos de María.

(Del libro Christus Vincit de M. A. Schneider, entrevistado por Diane Montagna).

*Con el permiso de Monseñor Scheider

Pueden visitar la página de Monseñor Schneider: Gloria Dei

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Author: Mons. Athanasius Schneider
Su Ordenación sacerdotal fue en 1990. En 1997, obtuvo en Roma el doctorado en Patrología. A partir de 1999 enseñó teología en el seminario inter-diocesano de Karaganda, en Kazakhstan. En el 2006, fui nombrado obispo auxiliar de Karaganda y, en el 2011, obispo auxiliar de la archidiócesis de Santa María en Astana, la capital de Kazakhstan. Nació en Tokmok, (Kirghiz, Antigua Unión Soviética). En 1973, poco después de recibir su primera comunión de la mano del Beato Oleksa Zaryckyj, presbítero y mártir, marchó con su familia a Alemania. Cuando se unió a los Canónigos Regulares de la Santa Cruz de Coimbra, una orden religiosa católica, adoptó el nombre de Athanasius (Atanasio). En 2011 fue destinado como obispo auxiliar de la Archidiócesis de María Santísima en Astana (Kazajistán), que cuenta con cerca de cien mil católicos de una población total de cuatro millones de habitantes. Mons. Athanasius Schneider es el actual Secretario General de la Conferencia Episcopal de Kazajistán. (Fuente Página Web Oficial es:https://gloriadei.io/