El Dr. Mario Guzmán se adentra en la lectura del último libro del Cardenal Sarah, «Couples, Awaken Your Love», y nos trae sus impresiones sobre el mismo
Esperanza para los matrimonios y la Iglesia. Un artículo de Mario Guzmán Sescosse
Lo que vemos hoy en día dentro de la Iglesia Católica nos pueden dejar atónitos. Escabrosas noticias de miles de personas abusadas sexualmente en Francia. Prohibiciones y ataques a la misa tridentina. Catedrales como la de Toledo siendo utilizadas para grabar vulgares y provocadores vídeos de música rap. Esculturas dentro de las iglesias con elementos homosexuales como la mal llamada “nueva Piedad”. Altares “eco-religiosos” en las iglesias alemanas. Sacerdotes (y no jesuitas, sino franciscanos) apoyando la ideología de género y la utilización de “pronombres” elegidos. El lamentable sínodo de la iglesia alemana. Espantosas coreografías dentro de la celebración eucarística. Sacerdotes promoviendo el mal llamado “matrimonio homosexual” y la consagración de mujeres. Y lo peor de todo, ataques en las redes sociales entre católicos de un lado y de otro, entre los llamados “liberales y conservadores”. Sin duda las cosas van mal cuando dentro de la iglesia se usan términos políticos para referirse a las camarillas que se han gestado en los últimos años. Entre católicos, no debería de haber más adjetivo que el de católico, cristiano o hermano en Cristo.
Y todo esto sucede al interior de la Iglesia. Nótese que hasta aquí no he hecho mención a las iglesias vandalizadas, incendiadas y destruidas por grupos feministas, ateístas o islamistas. Tampoco de los asesinado en Afganistán y los secuestrados en distintos territorios africanos por el simple hecho de ser cristianos. Esos, los enemigos externos de la Iglesia siempre han existido y siempre existirán, y si bien hay que hacerles frente, también hay que recordar que sus acciones fortalecen la fe de muchos y convierten a otros tantos, pues se sorprenden de ver que a pesar de su intención de destruir la Iglesia y atemorizar a los cristianos, esta sigua en pie y los fieles no nieguen su fe. Por lo tanto, el problema que hoy enfrenta la Iglesia no es solo de sus enemigos externos, sino de los internos, del “fuego amigo”, de aquellos que desde su interior parecieran empeñarse en verla ser lo que no es.
Pero la tempestad por la que pasa la Iglesia también es terreno fértil para la santidad. Es justo en los momentos más obscuros que la luz ilumina con más intensidad. Así ha sido en las distintas crisis que en 2000 años ha vivido la Iglesia y así lo está siendo hoy.
Un creciente número de teólogos, apologetas, sacerdotes, obispos, y laicos buscan restaurar las verdades perenes que la Revelación, la Fe y la Tradición nos han dejado. Cada vez son más los que se dan cuenta que la eco-religión, y el modernismo son pasajeros, que no ofrecen lo que realmente necesitamos; la experiencia íntima resultado del encuentro con Jesús tanto en la eucaristía, como en la lectura de la Palabra, como en la vida sustentada en la oración y en las obras.
Y dentro de ese número creciente hay quienes portan voz profética recordándonos hacia dónde hemos de dirigirnos y desde donde hemos de partir. Recordándonos que Dios es principio y fin, no solo de la existencia universal, pero también de la persona y, por lo tanto, todo nuestro quehacer ha de estar orientado a Él.
Uno de esos portadores proféticos es el Cardenal Robert Sarah, quien sufrió ataques y traiciones en los últimos años mientras fungía como Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y que desde este año porta el título de Emérito. El Cardenal Sarah se ha convertido en un referente y en una esperanza para muchos dentro de la Iglesia, sus libros Dios o Nada , Se Hace Tarde y Anochece y La Fuerza del Silencio han sido recibidos como un bálsamo para muchos en un periodo de sequedad espiritual.
Pues bien, este cardenal acaba de publicar su último libro que en inglés se titula: Couples, Awaken Your Love! (¡Parejas, despierten su amor!). Un libro que como su título lo expresa está orientado a los matrimonios católicos, una apuesta no solo oportuna, sino muy necesaria. Y es que Sarah ve que el matrimonio es lo que puede salvar a la Iglesia. Entiende, como lo hizo San Juan Pablo II, que la familia es la Iglesia doméstica, y que sus pilares son los esposos. De la fe que ellos vivan y transmitan a sus hijos depende el futuro del cristianismo. No son los excéntricos teólogos, ni los sacerdotes u obispos, ni siquiera el papa en turno que hará que la Iglesia se sostenga, son los matrimonios que viven la fe y que inculcan a sus hijos el amor y el temor a Dios y que buscan proveerles de una buena catequesis para que conozcan el Magisterio de la Iglesia y no se dejen engañar por los vientos que tambalean a la barca.
El libro del Cardenal Sarah está dividido en dos partes, además de dos apéndices. La primera parte son siete meditaciones sobre “la comunión de los esposos en Cristo”. Invita a que Cristo sea el centro de los matrimonios, que la eucaristía sea lo que fortalezca el compromiso y a que los esposos se entreguen mutuamente como Cristo se entregó por su Iglesia y por todos nosotros. La segunda parte son doce reflexiones sobre “los esposos cristianos enfrentando los retos de nuestra era”. Habla de la crisis de la Iglesia, de la ideología de género, de los retos en la educación de los hijos y de mantenerlos en la fe. Invita a las parejas a reconocer y a enfrentar la batalla espiritual que la época contemporánea representa. Las diecinueve reflexiones contenidas en el libro son oro puro, llenas de sabiduría, de ortodoxia y de ortopraxis. No solo es un gran libro pastoral, también es un gran libro para reflexionar y crecer en la comprensión de la fe, de la época actual y de la necesidad de reconciliarlas.
Sin embargo, la parte que más disfruté y que sigo disfrutando es el apéndice 1 dedicado a la oración conyugal. En dicha sección el cardenal Sarah ofrece a los lectores una guía de oración diaria que consta de oración en silencio, lectura de las escrituras, examen de conciencia y encomendarse a María. Todo esto se hace en conjunto con el cónyuge en aproximadamente 10 minutos. Para mi esposa y para mí ha sido una potente experiencia para recordar que nuestra relación es sagrada, que estamos llamados a superar cualquier diferencia, de sacrificarnos por el otro y de que el matrimonio es el camino de salvación que escogimos, por lo que tiene que ser cuidado debidamente todos los días.
El libro del cardenal Sarah es un valioso instrumento para la consolidación de los matrimonios y la protección de las familias. Es un oasis en el desierto y abandono espiritual que muchos experimentan dentro de la Iglesia. Por tal motivo recomiendo ampliamente su lectura, permitirá al lector recuperar la visión sagrada y trascendental del matrimonio, así como ver que el futuro de la Iglesia y de la sociedad depende del vínculo matrimonial basado en Cristo y el amor conyugal.
Hasta siempre.
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Mario Guzmán Sescosse
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