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Cuando una mascota se va

Ojalá se quedaran para siempre en nuestras vidas pero de repente llega el momento del adiós. Nuestro amigo y compañero Manuel nos cuenta en primera persona qué sucede cuando una mascota se va…

Cuando una mascota se va. Un artículo de Manuel Cuevas

En nuestra casa acabamos de sufrir la perdida de nuestra perrita “Madison” una Gran Danés que era todo afecto, lealtad, nobleza, protección y compañía, mi hijo Zuriel fue lo único que pidió al terminar su carrera hace 5 años y al llegar a casa rápidamente nos encariñamos con ella, era la compañera de mi esposa y mis hijas y sobre todo con ellas les demostraba un amor incondicional y un apego que era admirable.

Con mi hija Sarita siempre buscaba escabullirse a su cama y hacerle compañía, eran compañeras y cómplices, mi hija la quiere muchísimo.

Mi hija Michelle también la procuraba y entre las dos se encargaban de alimentarla y limpiar sus travesuras, lo único que pedía la perra era una caricia, con su tamaño enorme no se daba cuenta que no era un perrito Chihuahua, y sin embargo todos en mi familia y conocidos la querían por ser muy dulce con propios y extraños, muy protectora, por eso su ausencia se siente en mi familia, porque era parte de nosotros, eso es algo que debemos agradecer a Dios que nos permitió tenerla un tiempo.

Aunque todos sufrimos su ausencia y la extrañamos muchísimo, debemos entender que es parte de la vida sufrir la perdida de nuestras mascotas y de alguna manera dar gracias por tener la suerte de haber tenido una excelente perrita, eso nos permite valorar toda vida y por supuesto la de nuestro prójimo

Muchos disfrutamos de la compañía de una mascota, ya sea perros, gatos, caballos o cualquier clase de animales, estos nos ofrecen compañía y en muchos casos un afecto y lealtad incondicional.

En el caso de mi familia siempre hemos tenido muchos animales que forman parte de nuestra vida y sin caer en el error de humanizar a una mascota, estos son apreciados y queridos por nosotros.

Por eso cuando de acuerdo a su propia naturaleza y vida más corta los animales, inevitablemente mueren antes que nosotros su ausencia es motivo de tristeza, dolor y sentimiento de pérdida.

No podemos menospreciar el dolor que provoca la pérdida de una mascota, pues no sabemos el bien que le hacía a esas personas que la extrañan y quisieron cuando estaba junto a ellos.

Tampoco debemos caer en ideas absurdas como el panteísmo creyendo que todo participa de la divinidad y por tanto creer que los animales o los seres humanos reencarnan, eso es falso y contrario a lo que Dios nos ha revelado, el hombre los animales y plantas somos seres creados por Dios y si bien nuestra naturaleza es distinta, del único destino que podemos estar seguros es el de nuestra propia muerte

En ocasiones he leído absurdos debates sobre si los animales cuando mueren irán al cielo, debemos recordar que todos los seres vivos y las cosas materiales hemos sido creados por Dios y si bien el Padre Eterno ha hecho al hombre a su Imagen y semejanza (Gen 1,26), poniéndolo como el rey de la creación, eso no significa que no sean apreciadas por el Señor todas su obras y criaturas, pues él mismo vio que todo en su creación era bueno (Gen 1,25).

Un deseo y sentimiento muy humano es reencontrarnos con nuestros seres queridos al termino de nuestra vida, y eso incluye en muchos casos el deseo de ver esos animalitos que fueron queridos y amados por nosotros, sin embargo nuestra fe debe centrarse en que nuestra vida eterna será colmada por la presencia de Dios y él tiene obviamente lo mejor para sus hijos, por ello creer que los “animales van al cielo” en el sentido de disfrutar la salvación como los seres humanos no es correcto, pues para empezar los animales no pueden ser “salvados” ya que no cometen pecados al ser criaturas irracionales, sin embargo no sabemos qué planes o destino tenga Dios para ellos en la vida eterna.

Cristo vino a salvar al hombre del pecado, pero los animales no participaron de esa falta, aunque sufrieron las consecuencias al estar subordinados a los hombres.

El Catecismo de la Iglesia Católica señala en su numeral CEC #2416:

Los animales son criaturas de Dios, que los rodea de su solicitud providencial (cf. Mt 6, 16). Por su simple existencia, lo bendicen y le dan gloria (cf. Dn 3, 57-58). También los hombres les deben aprecio. Recuérdese con qué delicadeza trataban a los animales san Francisco de Asís o san Felipe Neri.

Así que Dios contempla un destino y providencia para los animales y el hombre quienes por siglos han convivido durante su paso por este mundo ¿Cuál es su destino final? No lo sé, eso lo dejo a los teólogos, la Iglesia nos enseña que se puede amar a los animales; pero no se puede desviar hacia ellos el afecto debido únicamente a los seres humanos.

También la Iglesia nos dice que los animales han sido confiados a nuestra administración y se entiende a nuestro cuidado.

CEC #2417Dios confió los animales a la administración del que fue creado por él a su imagen (cf. Gn 2, 19-20; 9, 1-4). Por tanto, es legítimo servirse de los animales para el alimento y la confección de vestidos. Se los puede domesticar para que ayuden al hombre en sus trabajos y en sus ocios. Los experimentos médicos y científicos en animales son prácticas moralmente aceptables, si se mantienen en límites razonables y contribuyen a cuidar o salvar vidas humanas.

El interés por los animales no ha escapado a muchos Santos que han demostrado su amor interés y preocupación por nuestros hermanos menores, San Francisco de Asís, San Juan Bosco, San Roque, San Antonio Abad y muchos más, nunca vieron mal en preocuparse por nuestros animalitos.

El Papa San Juan Pablo II compartió su amor por los animales con el mundo. Su amor por los animales lo demostró durante un discurso de 1990 citado por las Hermanas Misioneras Franciscanas del Sagrado Corazón cuando dijo: «los animales poseen un alma, y los hombres deben amar y sentir solidaridad con nuestros hermanos más pequeños».

Finalmente la medida de todo es el amor, amar a nuestras mascotas nunca será malo, en la mayoría de los casos son seres que corresponden al ciento por uno al afecto y atención que les entregamos, muchos son capaces de dar su vida por protegernos o cuidarnos, dan un servicio inestimable a la humanidad y a nuestros hijos les pueden enseñar la responsabilidad de cuidar a un ser más débil y dependiente que ellos y en los casos en los que mueren también aprender sobre nuestro fin y destino.

Para nosotros la perdida de nuestra “Madison” nos deja tristeza, pero a la vez agradecimiento con una perrita que nos demostró que el amor es incondicional y Dios nos la prestó para acompañarnos un trayecto de nuestra vida, sé que muchos entienden eso y debemos decirle a Dios siempre “hágase tu voluntad”.

Manuel Cuevas (Miles Christi)

Citas bíblicas sobre los animales:

Lucas 3,6 dice, «y toda carne verá la salvación de Dios».

Isaías 11,6-9 menciona a los animales en el cielo.

Eclesiastés 3,18-21 dice que los hombres y los animales tienen el mismo aliento y que el hombre no tiene una ventaja sobre los animales. También dice que hombre y los animales todos «irán a un lugar».

Lucas 12,6 menciona que ni los gorriones son «olvidado ante Dios».

Apocalipsis 5,13 menciona a todas las criaturas alabando a Jesús

Salmo 50 «Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece»

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Author: Manuel Cuevas-Miles Christi
Católico,mexicano, felizmente casado y con tres hijos, Médico Ortopedista de profesión, vive y trabaja cerca de la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México. Colabora con algunos foros de formación y de apologética católica en redes sociales. Preocupado por su salvación y la de sus hermanos, fiel a Dios y al Magisterio infalible de la Iglesia Católica.