En Marchando Religión nuestra mayor cobertura siempre al servicio de la vida. Hoy, un nuevo estado contra el aborto: Arkansas. Nos lo cuenta nuestro gran corresponsal
Un nuevo estado del sur contra el aborto: Arkansas. Un artículo de Miguel Toledano
Por lo que se refiere a la situación del aborto en los Estados Unidos de América, hace apenas un mes dábamos cuenta de una iniciativa legislativa en Carolina del Sur. Ahora celebramos un importante avance en Arkansas, siempre en el sur de aquella nación.
En efecto, el pasado miércoles, la Cámara de Representantes en Little Rock aprobó, mediante una abrumadora mayoría de 75 diputados a favor frente a únicamente 18 en contra, el proyecto de “Ley de Protección del Niño no Nacido”.
El documento ya había recibido la aprobación en el Senado el día 22 de febrero, con un resultado no menos claro: 27 senadores en pro de la vida por sólo 7 favorables al aborto.
Se da la circunstancia de que, desde 1988, la Constitución de Arkansas establece la protección de la vida de todo niño “desde la concepción al nacimiento”, a través de una enmienda, la número 68, introducida en la carta magna de dicho territorio en esta época nuestra de eliminación infantil con el beneplácito de gobernantes y tribunales.
La enmienda asegura protección “en la medida en la que lo permita la constitución federal”. O sea, que por el momento tal protección no es total, puesto que sabemos que, desde 1973, la Corte Suprema no consiente a los estados federados más que restricciones parciales a esta práctica. Pero quizás la situación cambie en el futuro, en cuyo caso la protección otorgada por esa enmienda número 68 resultaría ampliada, más efectiva.
En todo caso, a pesar del nuevo proyecto de ley no señalamos en verde todavía a este estado federado en nuestro mapa por colores porque falta un trámite importantísimo: la firma por parte de su Gobernador, la cual no ha de darse por descontada. Ya veremos.
Por lo que se refiere al articulado, el texto es relativamente breve, apenas cinco páginas. El subtítulo ya avanza lo que es la finalidad del legislador: “abolir el aborto en Arkansas y proteger las vidas de los niños no nacidos, así como proteger toda la vida humana”.
A continuación, los representantes que han promovido y apoyado este proyecto proclaman que la práctica del aborto en su país es un “crimen contra la humanidad”.
Lo comparan con una sentencia de 1857 en la que la Corte Suprema de la capital federal Washington consideró que el esclavo negro Dred Scott, natural de Virginia, no era “persona humana”.
Es decir, que se comete un crimen contra la humanidad allí donde “no se otorga protección legal a una clase de seres humanos, resultando en una severa privación de sus derechos, incluso hasta con resultado de muerte”.
Adicionalmente, el proyecto de ley recuerda que, conforme a los nuevos descubrimientos científicos, “la vida comienza en el momento de la concepción y el niño que se encuentra en el vientre de la madre es un ser humano”.
A mayor abundamiento, se añade que “la evidencia científica y los testimonios personales documentan el grave daño que el aborto causa a la mujer”.
Por otro lado, la cultura de la adopción ha aumentado considerablemente, hasta el punto de que “muchas familias esperan durante largos períodos de tiempo con el fin de poder adoptar niños recién nacidos”.
Este proyecto aporta expresamente un nuevo dato interesante y terrorífico: Se calculan en más de sesenta millones de niños los legalmente asesinados en los Estados Unidos, antes de nacer, desde el año 1973 en que la Corte Suprema se inventó un derecho al aborto inexistente en la vieja Constitución del siglo dieciocho.
La sanción para la práctica abortiva sería la privación de libertad hasta diez años y multa por importe de hasta cien mil dólares. La madre queda exenta de estas penas.
Hacemos notar un importante defecto en el proyecto de ley, existente igualmente en otros: Al igual que la propia Constitución del estado en su actual redacción, se permitiría la práctica legal del aborto para preservar la vida de la madre en caso de riesgo físico (no psicológico) de la misma.
Hasta aquí, el comentario al proyecto. Debe añadirse que en Arkansas se producen unos tres mil abortos voluntarios al año; diríamos, por tanto, que se trata de una cifra relativamente reducida, aproximadamente un 3{a28caa5256ef5c99ad8018d288d4660307d817b265b2401469694a7ea8a1dee6} de los que se dan en España. Naturalmente, en una población menor, aunque en términos porcentuales también sería menor el dramatismo de la situación.
Esto se dice como evaluación de los grados en el mal, porque cada crimen es, en sí mismo, lamentable y merecedor de que la ley vuelva al terreno de los principios, a convertirse en una ordenación de la razón, a buscar el bien común, a ser conforme a la naturaleza de las cosas.
Una vez más, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, en el supuesto de que la ley entrase en vigor es previsible que sea inmediatamente recurrida por asociaciones abortistas, en cuyo caso el asunto podría terminar ante la citada Corte Suprema. Son muchos los que miran a los nueve magistrados y tienen depositados en ellos una esperanza que aguarda ya desde hace más de cuatro décadas.
Miguel Toledano Lanza
Domingo tercero de Cuaresma, 2021
Pueden leer todos los artículos de Miguel hablando sobre el aborto en nuestra sección: Miguel Toledano
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