EL rezo del Rosario es una de las devociones más queridas por Dios y por nuestra Señora. Podemos alcanzar el mayor provecho espiritual cuando meditamos y contemplamos sus misterios.
Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a meditar y contemplar durante el rezo del Rosario, por Peter Kwasniewski para LifeSiteNews
A principios de este mes hablé sobre la belleza y el poder de las oraciones que componen el Rosario y los beneficios de la oración vocal repetitiva, no vanamente repetida.
Pero en el Rosario hay más que huesos y músculos, por así decirlo, que sus oraciones vocales. Los Dominicos, que promovieron esta devoción y los Papas que posteriormente lo alabaron, han recomendado por mucho tiempo la práctica de la meditación de los misterios de Cristo y de su Madre mientras “pasamos nuestras cuentas” y en estos profundos estratos encontraremos, con paciencia y perseverancia, los más grandes tesoros.
Tendemos a temerle a la palabra “meditación” incluso más que a la palabra “contemplación”, como si debiera ser mencionada solo en relación con los héroes del ascetismo y del misticismo, o en último término, con los monjes y monjas que se han alejado de las distracciones y de las demandas de la vida ordinaria. Pero un examen a las palabras nos asegurará que lo que ellas significan está a nuestro alcance.
El verbo meditari simplemente significa considerar, ponderar, reflexionar sobre. El verbo contemplare significa mirar atenta o ansiosamente, y fue usada posteriormente para describir la esmerada observación del cielo y de las estrellas. Uno que contempla “pondera los cielos”. Cuando meditamos los misterios del Rosario, entrenamos nuestras mentes sobre los momentos de especial prominencia en la vida de Cristo y de su Madre, que a su vez nos forman a su imagen.
Así como se da vuelta una hermosa gema en los dedos, mirándola desde cada diferente ángulo para ver como la luz contrasta sus facetas, así también es con la meditación de las escenas de los Evangelios y los eventos marianos mientras pronunciamos cortas oraciones: estas escenas y eventos llegarán a ser más llenas de luz y transparentes para nosotros.
Los misterios cristianos reunidos en el Rosario son un manantial de sabiduría,
una incitación a las buenas obras, un consuelo en la aflicción, un redoblar de alegría, una purificación de los ojos de la mente, una escalera al Trono de Dios. El propósito del Rosario es hacer a todos los cristianos contemplativos, tanto como lo permita nuestro estado de vida y mientras perseveremos en la oración.
Tal como nunca es prudente o caritativo juzgar a una persona por su apariencia externa sin tener algún conocimiento del estado de su alma, así tampoco nosotros debemos caer en el mismo error con el Rosario. Este también tiene un cuerpo que es fácilmente notado por los sentidos, y un alma que debe ser descubierta y explorada por la mente y el corazón. Las cuentas en nuestras manos, la oración vocal en nuestros labios, son el “cuerpo” del Rosario, pero la oración mental y la meditación de los misterios – Gozosos, Dolorosos, Gloriosos (y a algunos les gusta incluir los Luminosos) son el “alma” del Rosario. Así como un cuerpo está inerte sin el alma que actúa en él, así también las oraciones del Rosario pueden llegar a estar paralizadas, pueden parecer inertes, si ellas se dicen mecánicamente y separadas de su último propósito. Es justo por esta razón que algunos que comienzan rezando el Rosario se desaniman y se dan por vencidos, mientras que otros, que lo han rezado por mucho tiempo, ya no recogen tantos frutos como deberían. Si el riesgo de la recitación mecánica se cierne sobre el principiante o amenaza al devoto de toda una vida, él o ella deberían hacer algo acerca de esto más allá de rendirse o permanecer en la rutina.
Pueden recomendarse muchas ayudas para la meditación.
La primera y la principal: se puede tomar una de las muchas versiones del “Rosario Bíblico”, mediante el cual los versos de las Sagradas Escrituras son sembrados en la recitación de las oraciones. Recomendaré varias que hemos usado en nuestra familia: El Rosario Bíblico; He aquí a tu Madre, un Rosario Bíblico latín/inglés; Un Rosario Bíblico de diferentes autores; Los Misterios de Cristo: un Rosario Bíblico. Pero existen docenas de este tipo de publicaciones y no pretendo decir que estas sean necesariamente las mejores. Sin embargo, son muy buenas de usar. Porque la Biblia es un repositorio de la verdad que abrazamos, de la ley por la que vivimos, y de la esperanza que atesoramos y deberíamos esforzarnos por hacerla una parte intrínseca de nuestra oración diaria. El Rosario Bíblico puede ser una buena manera de hacer esto.
La segunda, se puede usar un libro o un folleto que presente imágenes de los misterios junto con meditaciones para los decenios. El mejor ejemplo que conozco es El Rosario con Fra Angélico y el Giotto, aunque también el Rosario animado de la Serie de Arte Sagrado vale la pena y tiene un concepto estupendo: el libro cuenta con su propio taburete por lo que para cada misterio puede ser desplegada la imagen apropiada. (Los misterios luminosos están disponibles por separado). Aquellos que encuentran el estilo de los íconos Bizantinos más conducentes a la oración pueden armar su propio set con imágenes del Rosario buscando en los sitios donde venden pequeñas reproducciones de iconos (como Jordanville o St.Isaac’ s Skete). Especialmente para los niños más pequeños puede ser de gran ayuda tener algo a mano para ellos para que miren y estén absortos durante la recitación del Rosario. (Realmente cualquier buen libro de arte religioso servirá, pero será mejor si está relacionado con los misterios que están siendo rezados.)
Tercera, podemos preparar un ambiente más apropiado para el rezo del Rosario. Apagar las luces y encender velas a una imagen de nuestro Señor o de nuestra Señora crea una atmósfera que fomenta la meditación. Algunas veces puede ser apropiado cantar un canto breve o una canción antes o después o entre los misterios, para elevarlo por la calidad de la música. Podemos arrodillarnos para los Misterios Dolorosos si es que ya no estamos acostumbrados a estar arrodillados, ya que esto nos recordará seguramente más la Pasión.
Estas son solamente algunas sugerencias, no necesariamente para ser usadas todas al mismo tiempo, sino simplemente siempre y cuando sean de ayuda.
El objetivo del Rosario es elevar nuestras almas a Dios a través de la contemplación de los grandes misterios de la fe.
Cuando el Rosario es entonces considerado a la luz de su eterno e infinito contenido, no es de sorprenderse que los Santos lo hayan rezado tan profusamente. La hermana Lucía de Fátima nos asegurada que, después del Santo Sacrificio de la Misa la oración más agradable a Dios es el “Salterio de la Virgen”.
Con estas consideraciones frente a nosotros, quedará claro porqué esta oración de 700 años, mediante la cual se profundiza nuestro conocimiento y amor por las Escrituras y la Tradición, debería ser de una importancia central para los católicos que se toman en serio su fe.
Peter Kwasniewski
Puedes leer este artículo en su inglés original en: https://www.lifesitenews.com/blogs/how-parents-can-help-kids-meditate-contemplate-during-family-rosary
Si quieres unirse al rezo del Rosario en latín, le invitamos a hacerlo en nuestra página: Rosario en Latín
*Se prohíbe la reproducción de todo contenido de esta revista, salvo que se cite la fuente de procedencia y se nos enlace.
NO SE MARCHE SIN RECORRER NUESTRA WEB
Marchandoreligión no se hace responsable ni puede ser hecha responsable de:
- Los contenidos de cualquier tipo de sus articulistas y colaboradores y de sus posibles efectos o consecuencias. Su publicación en esta revista no supone que www.marchandoreligion.es se identifique necesariamente con tales contenidos.
- La responsabilidad del contenido de los artículos, colaboraciones, textos y escritos publicados en esta web es exclusivamente de su respectivo autor