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Un nuevo inicio

Toda división en la Iglesia ha nacido de la interpretación individual y arbitraria de la Sagrada Escritura, ¿Es necesario un nuevo inicio? La Palabra la recibimos a través de la Tradición

Un nuevo inicio, Rev. D. Vicente Ramón Escandell

MISTERIOS DE LA VIDA DE CRISTO

Relato Evangélico (Mt 4, 12-23)

Habiendo sabido Jesús que Juan había sido preso, se retiró a Galilea. Y habiendo dejado la ciudad de Nazaret, vino y habitó en Cafarnaúm, ciudad marítima colocada en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliese lo que se había dicho por el Profeta Isaías: tierra Zabulón y tierra Neftalí, camino del mar a la espalda del Jordán, de Galilea de los Gentiles, pueblo que andaba en tinieblas, vio una luz muy grande, y una luz apareció a aquellos que estaban sentados en las tinieblas y sombras de la muerte.

Desde entonces empezó Jesús a predicar y decir: «haced penitencia, porque se acerca el reino de los cielos».

Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio dos hermanos, Simón, que después se llamó Pedro y Andrés su hermano, que arrojaban las redes al mar: eran pescadores: Y les dijo: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos inmediatamente dejando las redes le siguieron. Y marchando de allí, vio otros dos hermanos, Jacob el del Zebedeo y a su hermano Juan, que estaban con su padre en el barco remendando sus redes, y los llamó. Y ellos, abandonando en seguida a su padre y a las redes, le siguieron.

Y andaba Jesús rodeando toda la Galilea, enseñando en las Sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del reino. Y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.


Comentario al Evangelio

Ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia, pues nunca fue proferida profecía alguna por voluntad humana, sino que, movidos por el Espíritu Santo, hablaron los hombres de parte de Dios, nos recuerda el Apóstol San Pedro[1].

Inicia Jesús su ministerio publico desde las tierras del norte de Judea, que conformaban una realidad cultural y religiosa distinta de las del sur. Es la “Galilea de los gentiles”, cuyos habitantes eran descendientes de los pueblos asentados por los asirios en aquellas tierras,tras la expulsión de las Diez tribus de Israel y la caída del reino del Norte en el 722 a. C. Territorio hostil para un natural del sur, ligado a la tradición samaritana y opuesto a los judíos, es el escenario de los primeros compases de la obra salvadora de Jesús, y de cuyos naturales elegirá a los Doce Apóstoles.

Se cumple así la profecía de Isaías de que la esperanza del Pueblo Elegido surgirá del norte, del reino hermano y separado, que volverá a unirse a sus hermanos del sur, bajo un solo pastor descendiente de David.

Una vez más, san Mateo contempla en las vicisitudes de la vida de Cristo el cumplimiento pleno de las profecías del Antiguo Testamento, idea que constituye el eje vertebrador de su Evangelio.Dirigido este a los judíos convertidos al Cristianismo,que veían en Jesús el cumplimiento pleno de las promesas hechas por Dios al pueblo de Israel.Su vida, leída a la luz de la Tradición y de las Escriturasconfirmaeste cumplimiento, tanto tiempo esperado por el Pueblo elegido, y que san Mateo pone insistentemente de relieve a lo largo de su relato.

Reflexión

Según la fe de la Iglesia universal, afirmada por el santo concilio de Trento, [la] revelación sobrenatural se contiene en los escritos y en las tradiciones no escritas que, recibidas por los apóstoles de los mismos labios de Cristo, o transmitidas como de mano en mano por los apóstoles bajo el dictado del Espíritu Santo, han llegado hasta nosotros, proclama solemnemente el Concilio Vaticano I[1].

La Palabra de Dios es una realidad rica y variada, que no se limita a la palabra escrita, sino que también está formada por aquellas verdades que fueron recibidas y transmitidas por medio de la predicación oral y que, al igual que la Sagrada Escritura, tienen a Dios como autor. Este origen divino de ambas modalidades de la transmisión de la divina revelación, hace que se iluminen mutuamente y que sean inseparables para su comprensión.

No puede existir una verdadera comprensión de las verdades contenidas en la Sagrada Escritura, sin la luz que proporciona la Tradición, que se haya en el origen mismo de la palabra escrita, pues, antes que ella existiese las verdades que contiene fueron transmitidas por vía de la predicación profética y apostólica, iluminada por la acción del Espíritu Santo. De ahí, que sería incompleta una comprensión de la divina revelación si se excluyese a la Tradición, como también si obviase las indicaciones del Magisterio de la Iglesia que, bajo la asistencia del Espíritu Santo, ha iluminado los puntos más oscuros de ambas.

Escritura, Tradición y Magisterio no se oponen entre sí, sino que se hayan compenetradas, constituyendo un único depósito de la fe del cual la Iglesia saca su propia certeza sobre todas las cosas reveladas[2]. Y así, quienes, despreciando el valor de la Tradición y el Magisterio, han pretendido comprender por sí mismos los misterios contenidos en la Sagrada Escritura, han terminado por no comprenderla y provocando la división entre los cristianos, pues, toda división en la Iglesia ha nacido de la interpretación individual y arbitraria de la Sagrada Escritura. Alejados de la comunidad que les ha transmitido la Escritura y anteponiendo su propio criterio al del Espíritu Santo, manifestado en la Tradición y el Magisterio, creyeron poder escuchar la voz de Dios, cuando en realidad estaban y están escuchando la suya propia.

De modo, que, al celebrar este Día del Señor dedicado a su Palabra, recordemos que la recibimos en la Iglesia, a través de la Escritura y la Tradición, interpretada por el Magisterio y cuyas palabras, más que escritas en el papel, lo deben estar en el corazón de cada uno de nosotros.

Testimonio de la Tradición

Pseudo – Crisóstomo (¿?)

Los artesanos profetizaban con su trabajo la gracia de la dignidad futura; porque, así como arrojan la red al agua y no saben qué clase de pescados habrán de sacar, así el sabio cuando arroja las redes de su palabra sobre el pueblo, no sabe los que habrán de acercarse a Dios. Sin embargo, se adherirán a su predicación los llamados por Dios.

Opus imperfectum super Matthaeum, hom. 7

Oración

Señor y Dios nuestro, cuya Palabra eterna acampó entre nosotros, danos tú luz para comprender cuanto has querido revelarnos para nuestra salvación; que, apreciando tu Palabra, hallemos en ella a quien es Palabra de vida eterna. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amen.

LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI

Rev. D. Vicente Ramón Escandell Abad


[1]ConstituciónDei Filius (24-IV-1870) [DzH 3006]

[2] Comp. CEC 14

[1] 2 Pe 1, 20

Después de leer, “un nuevo inicio”, les recomendamos: El Cordero de Dios en nuestra sección de Espiritualidad

https://marchandoreligion.es/2020/01/el-cordero-de-dios/

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Author: Rev. D. Vicente Ramon Escandell
Rev. D. Vicente Ramón Escandell Abad: Nacido en 1978 y ordenado sacerdote en el año 2014, es Licenciado y Doctor en Historia; Diplomado en Ciencias Religiosas y Bachiller en Teología. Especializado en Historia Moderna, es autor de una tesis doctoral sobre la espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús en la Edad Moderna