Nota de Marchando Religión: agradecemos de todo corazón al profesor Peter Kwasniewski la oportunidad que nos brinda de publicar sus artículos aparecidos y por aparecer en New LiturgicalMovement en nuestra página. No nos cabe la menor duda que su aporte enriquecerá nuestro sitio y será de gran provecho para nuestros amables lectores.
Traducido por Beatrice Atherton para Marchando Religión
Pueden acceder al artículo original en inglés en el siguiente enlace:
http://www.newliturgicalmovement.org/2019/05/rebuilding-authentic-catholicism-upon.html#.XN07YCAzaUk
«Reconstruir el auténtico catolicismo sobre las ruinas del experimento conciliar» Por Peter Kwasniewski, para New LiturgicalMovement
Fue invitado a dar la siguiente entrevista a la revista italiana Radici Cristiane, editada por Roberto de Mattei. Apareció en el número de abril bajo del título ““L’«ususantiquior» ci salverà – Intervista al dott. Peter Kwasniewski.” El texto original en inglés es reproducido con el permiso de Radici Cristiane: https://www.radicicristiane.it/2019/04/dossier/lusus-antiquior-ci-salvera-intervista-al-dott-peter-kwasniewski/
Radici Cristiane: Estamos atravesado un periodo histórico de crisis en la Iglesia. Basta solo pensar en la pérdida de las vocaciones, en las iglesias cada día más vacías, en los abusos en la liturgia cada vez más y más numerosos…Sin embargo, en las iglesias donde la Misa es celebrada según el rito antiguo, hay una alta presencia de gente joven. ¿Cómo se puede explicar esto?
Dr.Kwasniewski: El fenómeno es fácil de explicar. El mundo contemporáneo presenta constantes tentaciones a la gente joven, ya sea por la atracción de modas intelectuales o por las omnipresentes trampas morales de la falta de castidad y otros vicios. Por esta razón la mayoría de los jóvenes en el mundo occidental están corrompidos en la adolescencia. Son ateos prácticos, hedonistas, materialistas, aburridos, indiferentes a la verdad, adictos a la estimulación fácil. En medio de este pantano degradanteexisten algunos jóvenes que quieren ir en contra de esta tendencia y reivindicar la Fe Cristiana. Ellos están buscando algo serio, exigente, contracultural. Algo que pueda satisfacer las búsquedas de la mente y los deseos del corazón.
En Occidente la gente joven tiene que luchar para creer y para adorar. Tiene que haber algo por lo que luchar. La antigua liturgia romana, y las costumbres, credos, cultura artística y la cosmovisión que tiendan a acompañarla, ofrece una especie de rica, completa y abarcadora estructura de significado que inspira a la ilusionada auto-rendición, a la búsqueda de la virtud, a la motivación por mantenerse vivo y compartir la vida generosamente. Las personas son atraídas hacia lo alto por la adoración del Dios trascendente, y hacia adelante por el orgullo de estar recibiendo y entregando una gran herencia. Nos da un sentido de pertenencia en un momento en que muchos están rechazando a sus familias, a sus culturas, a sus identidades, a ellos mismos. Nos da un sentido de estabilidad en una época que es informe y vacía.
La nueva liturgia fue diseñada para atraer a la gente moderna ¿Por qué cree que ha fallado?
Los ritos de la liturgia reformada se caracterizan por, tanto en sus libros oficiales y en la manera universal en la cual ha sido implementada, un gran énfasis en la autonomía, espontaneidad, “feudos” locales, estilos populares y seculares de música y arte, y un absoluto desprecio por la manera en la que nuestros antepasados rendieron culto por muchas centurias como tenemos registro.
Esto no es solo poco atractivo para losinvestigadores serios, es positivamente nauseabundo. Ninguna iglesia prosperará jamás si en lugar de iniciar a la gente en los divinos misterios que se ven, escuchan y sienten para ser misterios, impresionantes, temibles, atemporales, son simplemente entregados a un banal y verboso servicio de oración de contemporáneos atrapados en su contemporaneidad.
La causa número uno del éxodo de los jóvenes en esta, la “Iglesia del Concilio Vaticano II” es que no tiene nada que ofrecer a los jóvenes, hombres y mujeres, ni espiritualmente, moralmente, intelectualmente para que pueda hacer prender su curiosidad, despertar sus conciencias, capturar su imaginación o abrir ante ellos un camino que es absolutamente diferente por el que nuestra sociedad está caminando.
En su artículo “¿Cómo fallan los mejores ataques contra la Misa Latina Tradicional?” ( https://onepeterfive.com/attacks-mass-fail/ ) usted cita a Dra. Alice von Hildebrand diciendo que el demonio odia la Misa en el rito antiguo, ¿por qué?
El demonio odia la disciplina, el orden, la belleza, la humildad, el auto-sacrificio, la alabanza litúrgica, la tradición y el sacerdocio. El antiguo rito romano, (y no estoy hablando aquí únicamente de la Misa, sino también del Oficio Divino y de todos los ritos sacramentales) está impregnado de orden y de belleza. De parte de los ministros, que se encargan de su correcta y adecuada celebración, pide una inmensa humildad, disciplina y abandono de sí mismos. Suprime deliberadamente la individualidad y el deseo de “brillar” o de “ser uno mismo”, como es la frase que se usa actualmente. Se ordena a la adoración y a la glorificación de Dios, con el mismo Cristo como el Sumo Sacerdote, y cada uno de los demás como siervos. Paradójicamente, edifica y beneficia a los mismos fieles precisamente porque es teocéntrica y Cristocéntrica, no antropocéntrica como la filosofía y cultura moderna.
Lucifer, la más bella de las criaturas de Dios, se enamoró de sí mismo. Su pecado fue de egocentrismo y auto-celebración. Por lo tanto, cualquier movimiento en la liturgia destinado a liberar, aplaudir, celebrar o cultivar el “ego” de los ministros o de los fieles es diabólico en su origen y en su efecto. La Iglesia en su sabiduría dada por Dios ha siempre entendido el peligro de la personalidad “carismática” desatada y se había resguardado contra esto a los ritos, notables por su objetividad, estabilidad, precisión, claridad dogmática, requerimientos y nobleza estética. Estas características, en y por sí mismas, contrarrestan cierta recurrente tendencia de la naturaleza humana caída, tal como el emocionalismo o el sentimentalismo, relativismo, ambigüedad, caprichos, indulgencias, y esteticismo ( cuya absoluta falta de gusto o de descuido de la apariencia es una peculiar mutación genética).
La antigua liturgia otorga el inequívoco rol de mediador sacramental al sacerdote y, en grados diferentes, a sus asistentes. Este rol mediador es un ícono viviente de la Encarnación del único Mediador entre Dios y el hombre, contra el cual Satán se rebeló. La única “reforma litúrgica” que Satán está siempre buscando es arrastrar a la Iglesia lejos de la Encarnación, de la economía sacramental enraizada en la carne Eucarística de Cristo y de la estructura completa de los ritos, ceremonias y oraciones que la encarnan.
En cada aspecto el ususantiquior es como un perpetuo exorcismo del demonio, señalando una y otra vez el triunfo del Verbo encarnado sobre el antiguo enemigo de la naturaleza humana. Dice muchoel hecho mismo que la nueva liturgia haya abolido o abreviado los exorcismos donde quiera que ellos se encontraran, en el rito del bautismo, en bendiciones varias, y en el mismo rito del exorcismo.
Realmente, hay mucho que se podría decir para desentrañar este extremadamente perceptivo comentario de Dietrich von Hildebrand, según lo informó su esposa. Se podría escribir un libro sobre esto: “El Demonio en los detalles: La Reforma Litúrgica Postconciliar y el Espíritu de Satán”. Uno se pregunta si el confuso y atormentado Papa Pablo VI estaba sintiendo esta misma verdad cuando dijo en 1972, solo un poco después de la introducción de la monumental ruptura del Novus Ordo: “ A través de una fisura el humo de Satanás ha entrado en el templo de Dios”. Tal vez esta fisura no es otra cosa más que las incesantes reformas litúrgicas del siglo 20, que han culminado en un cambio de la lex orandi de proporciones sísmicas.
En la convención del décimo aniversario del SummorumPontificum, se dijo que “celebrar el rito antiguo significa mirar con esperanza el futuro”. ¿ De qué forma el retorno al ususantiquiores una manera de contrarrestar la crisis de la Iglesia que estamos viviendo en este momento?
La solución al desastre en el cual hemos caído por culpa de una serie de malas decisiones es simple y al mismo tiempo extremadamente difícil. Una y otra vez tenemos que tomar decisiones opuestas. La Iglesia debe parar de pensar en nuevas estrategias, nuevos programas, nuevas iniciativas pastorales, o cualquier medición estadística de éxito, y resueltamente arrojarse de nuevo hacia: la proclamación completa del Evangelio, incluyendo sus “frases duras”;la celebración solemne y bella de la liturgia; la construcción de monasterios y de comunidades religiosas fundadas en el ususantiquior; al cultivo de un curriculum intelectualmente robusto en seminarios y universidades; al estímulo a las familias numerosas, tal como en los viejos tiempos, y la promoción del homeschooling. Solo tomando en serio el camino contracultural es que existe una esperanza a largo plazo para el catolicismo. Yo como creyente estoy convencido de que la Fe sobrevivirá y prosperará de nuevo, pero solo donde tales cosas sean hechas o hasta el grado en que sean hechas.
¿Qué se puede hacer para transmitir y hacer entender a las futuras generaciones la importancia de la Misa de acuerdo al ususantiquior?
Lo primero y lo más importante, el número de lugares donde la liturgia antigua es ofrecida debe seguir creciendo, a pesar de todas las presiones en sentido contrario. En este tiempo de hostilidad oficial, especialmente en Europa, los sacerdotes tendrán con frecuencia que aprender a decir la Misa antigua y a decirla en secreto, tal como tuvieron que hacerlo los jesuitas misioneros encubiertos en la Inglaterra Isabelina en su siglo.
Como ningún hombre puede creer lo que no ha escuchado, así mismo ningún católico puede aprender a pensar y a vivir como católico sin tener acceso a los sublimes tesoros de la Fe, es decir, al rito romano en su plenitud. Siempre donde y cuando sea que estas Misas sean ofrecidas, los fieles invariablemente aparecerán en ellas.
Recuerdo que en la universidad tuvimos a un capellán que ofrecía la Misa Tradicional en latín en privado, pero todos los que se cuidaban de saberlo, sabían que estaba llevándose a cabo, y muchos estudiantes aprovechaban esta oportunidad, incluyendo a futuros miembros de la Fraternidad Sacerdotal San Pedro. Así es como a mí me fue presentado al rito antiguo, ¡cómo disciplina recóndita! ¡justo como en la Iglesia primitiva! E incluso ahora, tantos años después de Ecclesia Dei y del SummorumPontificum sigue siendo frecuente el caso que debemos luchar para ganar territorio para la Misa de Siempre.
Hoy mucha gente se está “convirtiendo” de la “Vida Católica” del Novus Ordo a la fe católica tradicional empujados, en parte, por la parodia del pontificado del Papa Francisco. Pero también hay niños que están creciendo en familias católicas que lo beben junto con su leche materna, por así decirlo, ya que para ellos el aprendizaje de la liturgia antigua no es diferente a estar aprendiendo el alfabeto o el catecismo. Yo conozco no pocos adultos en los Estados Unidos que, habiendo fielmente asistido a la Misa antigua desde la niñez, nunca han asistido a la misa Novus Ordo o la han visto por primera vez cuando fueron a la universidad. Para mí esto es un enorme signo de esperanza. Una nueva generación de personas descontaminadas de las falsas suposiciones y principios de la reforma litúrgica, quienes puedan llevar la Tradición católica hacia el futuro y que, viniendo desde fuera, pueden ver con facilidad por las ruinas al Novus Ordo y que siempre lo será, no importa con qué ropaje se vista para verse bonito.
¿Cree usted que existen debilidades en el movimiento tradicional que podrían necesitar ser superadas?
Sí, creo que muchas veces podemos dar por hecho las riquezas que tenemos, casi “acaparándolas” y no saliendo de nuestro camino para tratar de atraer a otros al movimiento, de manera tal que ellos puedan ser bendecidos con lo que nosotros, aunque sin méritos de nuestra parte, hemos descubierto y que con lo que no podríamos vivir.
A pesar de lo que he dicho sobre el secreto, la mayoría de las veces estamos, hasta el momento por ahora, “por sobre el suelo” y totalmente capaces de anunciar lo que estamos haciendo y porqué lo hacemos. Aquellos que aman las tradiciones de la Iglesia necesitan ser inteligentemente entusiastas sobre la promoción del usus antiquior, a través de panfletos y publicaciones, conferencias, charlas, reuniones sociales, grupos de estudio, invitaciones a extraños. Y por encima de todo, a tener tolerancia con aquellos que están mostrando interés o empiezan a ir y que aún no están “abordo”, con respecto a cómo hablan o visten, a sus visiones sociales y políticas, etc, etc. Necesitamos ser muy pacientes con ellos recordando que, dado que la fe ha sido escondida e incluso suprimida en medio siglo pasado una conversión intelectual y moral al auténtico catolicismo puede tomar mucho tiempo, algunas veces años o décadas. En mi propia vida tomó muchos años de experiencias, conversaciones y estudio hasta llegar a las conclusiones que hoy sostengo y que, sin embargo ahora, cuando miro hacia atrás, todas me parecen muy obvias. Como resultado de esto trato siempre de recordar cómo solía mirar las cosas cuando yo era un ultramontano o un papólatra, y cómo me parecen ahora.
Qué triste sería si las personas que quieren saber se sintieran apartadas o mal acogidas por nosotros. Yo sé que hay estándares para vestirse y comportarse, pero de algún modo necesitamos seguir tratando de llegar a los católicos corrientes, e incluso a los llamados “Don Nadie”, gente que no tiene en absoluto una religión. La obra más poderosa de evangelización jamás realizada será, en el futuro, la reconstrucción del auténtico catolicismo a partir de las ruinas del experimento conciliar.
Por Peter Kwasniewski
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