teoría del universo refractario según la Ley de Sistemas Unificados :
Hace varios años atrás escribí un cuento para niños titulado «Las Aventuras de La Tierra Oculta”. El cuento nunca lo publiqué. Fue un escrito más que guardé en el baúl de los recuerdos. Una de las principales ideas que lancé en el cuento fue la postulación de mi teoría sobre El Universo Refractario.
¿En qué consiste la teoría del universo refractario? Básicamente consiste en utilizar espejos cóncavos y convexos para desviar la luz solar hacia las profundidades de la tierra, con el fin de poder cultivar en regiones inhóspitas para el ser humano.
Existen aún grandes reservas de agua dulce almacenadas en forma de lagos y lagunas en las entrañas de la tierra. Esa gran cantidad de agua, no disponible para el hombre por el momento, puede llegar a ser provechosa ante realidades climáticas extremas.
Muchos de los lectores podrán recordar el caso de los 33 mineros chilenos que quedaron atrapados a 729 metros de profundidad durante 69 días. Esto ocurrió nada menos que en el desierto de Atacama, el más árido del mundo. La mina San José, dónde permanecieron los mineros, se encuentra repleta de túneles y grandes espacios terrestres, circulaban vehículos pesados cuando aún permanecía abierta.
Lo más interesante de todo, es que al interior de la mina se almacenaban grandes cantidades de aguas, verdaderas vertientes subterráneas, canales y desconozco si lagunas. No olvidemos que en la superficie sólo hay aridez y temperaturas muy altas por el día y extremadamente frías por la noche.
Frente a un cambio climático que eventualmente puede ser muy extremo, sabemos que podemos acceder a reservas de agua dulce en las profundidades de la tierra, sin embargo, lo que no podemos hacer es cultivar y vivir allí por largos períodos. ¿Qué pasaría si pudiéramos cultivar y oxigenar con plantas dicho entorno? La respuesta es obvia, la vida humana podría desarrollarse sin grandes inconvenientes.
Coober Pedy es una ciudad subterránea en Australia. Las razones para construir bajo tierra se debieron a las altas temperaturas, unos 45 grados e incluso algo más. Esto es ya un ejemplo que seguir.
Como especie humana hemos pasado cuatro glaciaciones, pudimos sobrevivir gracias a nuestra flexibilidad para adaptarnos a los distintos escenarios ambientales.
Hoy en día lo más probable es que las temperaturas aumenten significativamente. Ya hemos experimentado grandes veranos calurosos en el hemisferio norte, así que ese escenario apocalíptico se nos acerca cada vez más. ¿Qué hacer entonces para sobrevivir? Aquí nuevamente retomo lo que les expuse más arriba como una teoría, la posibilidad de conducir la luz del sol hacia grandes espacios subterráneos a fin de cultivar allí vegetales.
¿Cómo lograrlo técnicamente? Utilizando primero material refractario, vale decir, elementos que permitan recibir gran cantidad de calor sin experimentar el efecto mayor del mismo.
Grandes espejos de forma cóncava y convexa pueden dirigirse en dirección hacia las profundidades terrestres. ¿Qué obstáculo supone esto? Como posibilidad podríamos caer en el denominado Rayo de Arquímides, que según relatos de Luciano de Samosata, Arquímides dirigió un grupo de espejos en dirección a la flota enemiga que intentaba invadir Siracusa. El resultado fue que los buques se quemaron.
¿Cómo evitar que los espejos quemen?
Gran pregunta, a mi modesto entender. Podría utilizarse material poroso que atenué el efecto fulminante del rayo de luz. Además, se puede instalar una concatenación de espejos repetidores al interior de las cavernas que sirvan como satélites luminosos. Cada vez que pase la luz por dichos satélites, el efecto de la intensidad lumínica será menor al perder la luz potencia.
Pensarán los pacientes lectores que me creo el nuevo Julio Verne de la época moderna o, tal vez, que leí muchos libros de ciencia ficción, o simplemente, perdí el juicio. Puede que sí o puede que no, eso se verá en unos años más cuando realmente se necesite mucha imaginación para solucionar el problema de alimentos y de supervivencia que experimentarán las distintas naciones del orbe terrestre.
Ahora pasaré a explicarles todo el escenario anterior, desde el analices de la Ley de Sistemas Unificados.
La ley reza que todo en la naturaleza se encuentra interrelacionado, nada permanece absolutamente aislado. Según lo que nos propone la ley, el ser humano es el puente de los puentes, que es capaz de unir un sistema con otro buscando los medios según los fines que se persiguen.
El fin que se persigue según el relato anterior es la supervivencia de la especie humana, entonces inmediatamente, el ser humano buscará los puentes sistémicos que sean necesarios para alcanzar dicho fin. Como una de las causas directas del problema climático es la subida de las temperaturas a nivel de la superficie de la tierra, lo que conlleva naturalmente por efecto directo a una disminución del agua a causa de la evaporación y derretimiento de glaciares, el o los puentes sistémicos que se buscarán será la ubicación de esa agua en posibles lugares a nuestro alrededor.
En el caso de la Nasa ellos determinaron erróneamente invertir billones de billones de dólares buscando este vital elemento fuera del planeta tierra, sucumbidos más por una ilusión que por una razón. Los puentes sistémicos seleccionados por ellos son los transbordadores espaciales, las sondas satelitales y los telescopios sofisticados orientados hacia el planeta Marte.
¿Por qué la Nasa se equivoca en la selección de los Puentes Sistémicos?
El error de Nasa en la selección de sus Puentes Sistémicos se debe al desconocimiento de un principio metafísico base dentro de la Ley de Sistemas Unificados, dicho principio sostiene lo siguiente, a saber: Mientras más cerca se está de una causa, mayor se sufre su efecto. Si y sólo sí, tenemos certeza de la existencia del agua en la tierra, nuestros esfuerzos y nuestros Puentes Sistémicos deben ordenarse aquí y sólo aquí. El argumento de Nasa para buscar agua bajo la superficie de martes es que ésta permanece bajo hielo en su interior. Aunque así ocurriera, ¿para qué buscarla allá tan lejos en una superficie inhabitable y no buscarla acá, donde sí puede estar disponible para el hombre en un planeta habitable?
¿La Nasa se equivocó en la selección de los puentes o en los fines que busca?
Si pensamos un poco más profundo, en vista de la misma ley que seguimos, nos daremos cuenta de que en la Nasa no se busca verdaderamente encontrar agua. Los puentes no están ordenados y unidos lógicamente entorno al fin. Lo que nos hace concluir que el fin que se busca es otro, ¿qué puede haber en Marte que sea atractivo para la gente de la tierra? Minerales. Sólo eso justificaría la inmensa cantidad de recursos empleados para investigar los otros planetas.
Los escolásticos hablaban de las causas próximas y las causas remotas de los entes, esas causas se ordenan según el orden del fin para el cual se buscan las cosas. Todo ello conlleva a unirse siempre a un orden lógico, impreso en cada alma intelectiva por Dios. Ese orden impreso en cada alma intelectiva por Dios se conoce como sentido común. La Ley de Sistemas Unificados parte de este sentido común, y es por este sentido común que uno puede saber si la selección de los puentes sistémicos es la correcta o no.
Pensemos en los espejos cóncavos y convexos, ambos seleccionados por mi para transmitir la luz al interior de la tierra, esa selección de los puentes ¿se ordena o no al sentido común?
La respuesta es obvia, el elemento natural más conocido para trasmitir la luz y reflejarla es el espejo, el agua también lo hace, pero en nuestro caso es el elemento que escasea. El fin buscado, es cultivar especies al interior de la tierra para preservar la vida humana, los puentes serán la luz, los espejos, los túneles y cavernas subterráneas, junto con lagos y lagunas de aguas fósiles.
Las consecuencias prácticas de la unificación de todos los puentes anteriores será la producción de alimentos bajo la superficie, la oxigenación del interior de la tierra, y la construcción de ciudades subterráneas, todo a lo anterior a la espera que el clima retorne con los años a la normalidad sobre la superficie terrestre.
Como ven, la ley se aplica hacia donde dirijamos nuestro interés seleccionando siempre los fines que buscamos para así seleccionar los puentes.
Christian Velásquez
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