En recuerdo de nuestros amados padres, un artículo de Sonia Vázquez.
Requiem por nuestros padres
Hace dos años escribía un artículo en memoria de mi amado Padre que falleció tal día como hoy, por aquellas yo estaba con mis compañeros de adelantelafe y allí escribí unas palabras que en estos momentos vuelvo a releer con el mismo cariño con el que en su día las escribí. Si les apetece echar un ojo, les adjunto el enlace: https://adelantelafe.com/papa/
Lejos de haberme olvidado de mi padre, cada día renuevo ese amor y lo hago con más intensidad, apoyándome en la oración, en la esperanza de que ya está esperándonos en ese cielo que Dios tiene reservado para aquellos que le aman. Mi padre era un hombre forjado con los jesuítas, sin dobleces y me hizo el gran regalo de mi vida, su herencia fue su Fe. Me dejó también unas botellas de Rioja gran reserva y tengo el mismo cuidado de conservación con el vino que con su legado espiritual, ambas cosas necesitan su temperatura, un descuido puede echar a perder, tanto el vino como la Fe, lo primero es recuperable, lo segundo es más complicado.
¿Qué sucede en estos momentos cuando mueren nuestros familiares?
Hoy en día cuando alguien se muere, lo normal y cotidiano es que todo el mundo te recomiende salir a pasear, apuntarte a algún viaje, conciertos…resumiendo distracción a tope para que uno no piense. Y lo cierto es que en vez de tirarnos a la gran vida, deberíamos meditar, porque esto se acaba, queridos y no porque vaya a caer el meteorito en nuestra cabeza, sino porque nuestro corazón se va a parar, tic, tac, pum.
¿Es qué ya no se puede llorar, esta prohibido el duelo? Sigan llorando por sus seres queridos, háganlo a la luz del Sagrario al tiempo que rezan y finalizarán la oración sonriendo…Así es Jesús, el Gran Consolador…
Al ver fallecer a nuestros padres tendríamos que pensar que nadie goza de la eternidad en esta tierra, hasta los hombres más poderosos del mundo como Steve Jobs mueren. A los banqueros como Emilio Botín también se les para el corazón y los reyes y monarcas también fallecen…resumiendo, no vamos a tener nosotros una suerte distinta, tenemos día y hora y ojalá tengamos funeral.
La semana pasada les hablaba de los mega tanatorios en los que te hacen todo tan sencillo que te quitan el cadáver en un visto y no visto. Si pasados dos días sigues lagrimoteando vas al médico y te receta unas pastillas para que dejes de llorar y empieces a reír a pierna suelta. La mentalidad actual es que estamos aquí para gozar a tope. Justamente «a tope», es el lema de un conocido amigo, un empresario del Bierzo, en el que cuando estás allí siempre te pregunta si está todo «a tope», quiere decir si lo estás pasando como el mejor día de tu vida. A mi me gusta mucho su lema pero apliquémoslo a nuestro interior y pongámoslo «a tope».
Antiguamente cuando una persona se quedaba viuda, este ya era su estado civil hasta el final, hoy en día, hasta los octogenarios buscan nueva compañía.
Conozco un señor que tras 60 y pico años de matrimonio, al enterrar a su adorada Antoñita, pasados cinco meses se casó con Manolita, imagínense la edad de él, no obstante para quitarles de dudas se la digo yo, 90 años. Alguno ya habrá identificado al individuo, es un hecho público, no se casó a escondidas, así que no revelo ningún secreto inconfesable.
Si hoy vuelvo a hablar de mi padre no es tanto por recordar sus bondades humanas que las tenía y muchas, vengo a hablarles de algo más importante, de lo que debemos hacer por aquellos que han fallecido y esto que les voy a contar lo aprendí principalmente de mis padres, ya que nos lo inculcaron desde la infancia. ¿Vds. encargan Misas por las almas de sus familiares difuntos? ¿Aplican sufragios por las benditas ánimas del purgatorio? Si han contestado positivamente les felicito y sino no lo han hecho así, aún están a tiempo de rectificar.
En Galicia siempre hemos tenido hermosas tradiciones en torno a la muerte que a día de hoy van desapareciendo paulatinamente, máxime en las ciudades, en el rural aún se conservan, como por ejemplo, las novenas de Ánimas en el mes de Noviembre.
A día de hoy, en muchas parroquias, ya se hace imposible la celebración de un funeral de Aniversario, la disculpa de los Sacerdotes suele ser que “ya no es necesario hacerlo”.
No hace mucho me encontraba en una Iglesia y en la predicación, el Presbítero, dijo que era absurdo aplicar Misas y que no entendía porque había gente que lo seguía haciendo…yo lo que no entiendo es porque con esta falta de vocación no aprovechan para coger la jubilación. Después se quejarán de que no pueden mantener el Templo, solo sería que tras ese jarro de agua fría la gente siguiera echando en la boeta o reservando intenciones de Misa, es como para salir corriendo. Claro, muchos que sueltan toda esta verborrea por la boca son profesores jubilados que ya tienen su bolsillo lleno y su jubilación asegurada y la parroquia y su sustento les importa bien poco, por no decir el bien de las almas, que les resulta indiferente.
En mi familia era tradición las Misas Gregorianas, las últimas que recuerdo fueron por mi abuela, la madre de mi padre, costó Dios y ayuda encontrar una Iglesia que las hiciese, a partir de ese momento, quedaron descartadas o “descatalogadas” y no por deseo nuestro sino por imposición sacerdotal, como dice la canción «no se estila, ya sé que no se estila…»
Recuerdo a mis abuelas siempre vestidas de oscuro en memoria de sus amados esposos, mis abuelos…no sé si Vds. van a muchos funerales pero en estos momentos, el negro, ha sido desbancado por colores vivos y floridos, a juego con la primavera eclesial. He visto Sacerdotes que oficiaban de blanco y recuerdo en el funeral de un familiar que el cura me dijo “¿a dónde vas con esa pinta tan oscura?”
¿Que vamos a hacer los fieles si aquellos que nos deberían instruir se han analfabetizado?
Al poco de fallecer mi padre, entre sus pertenencias me encontré una serie de cosas que él dejó preparadas y que inicialmente me llamaron la atención, pero después recordé que él no tenía los pies en la tierra, sino en el cielo y de ahí que tuviera previstos los textos del Evangelio para poner en su recordatorio. Dicho esto, por si alguno se lo imagina como un hombre gris y taciturno, les diré que era todo lo contrario, era muy divertido, alegre, gracioso, era una persona de su época, lo que más le gustaba era reunir a la familia…no, lo que más le gustaba era la Santa Misa.
Yo suelo tocar en la parroquia de mis padres y el órgano está cerca del Presbiterio, por lo tanto, cuando la gente viene de Comulgar pasan todos por mi lado. Yo diría que la felicidad que reflejaba su cara en esos momentos, no la tenía ni en la mejor fiesta que podíamos organizar. Al verlo yo pensaba, “Señor, dame su Fe”, vivió y murió en Gracia de Dios.
Mis padres me enseñaron a rezar por las Almas del purgatorio, a pedir por nuestros familiares fallecidos, a aplicar Misas, rezar Rosarios, a acudir al cementerio a recordar a nuestros difuntos, ¿Es esta la educación que se le da hoy en día a los hijos? Si han respondido que no, piensen entonces quién rezará por nosotros y quién sabe si no estaremos por una eternidad en el purgatorio debido a la escasez de oración y a nuestras muchas faltas y pecados veniales, ya no digo mortales, porque del infierno no hay salida, no way out.
¿Saben que hacen hoy muchos padres con sus hijos? Los matan, le llaman aborto que queda más fino. ¿Y saben que hacen algunos hijos con sus padres? Lo mismo, los liquidan, le llaman eutanasia o muerte feliz. Pero nosotros, los Católicos no somos así, ¿verdad? Nosotros contrarrestamos con la oración, los padres rezan por los hijos y los hijos por los padres, esto es lo que se hizo toda la vida hasta el siglo XXI.
Hagamos un bien y recuperemos nuestras Tradiciones
Hablen de esto con sus hijos, con sus nietos, con sus amigos, no tengan miedo a lo que les digan, catequicen. Si escribimos es para que todos pensemos en lo que estamos haciendo mal e intentemos corregirlo, miren, el cambio empieza por uno mismo, si queremos cambiar el mundo podemos hacerlo y si nos da todo igual, también podemos pasar de todo y seguir con nuestra anodina vida viendo pasar los días uno tras otro sin más intención que llenar la barriga y cobrar el sueldo a final de mes. Imagínense si San Pablo se hubiera tirado en un sillón a ver pasar las horas…y sin embargo, sufrió “hasta llevar cadenas”, ¿No quieren ser los San Pablo del siglo XXI? Yo me apunto, pero me gustaría hacerlo acompañada.
¿Vds. comen todos los días? Si es así alimentan su cuerpo correctamente, ¿Rezan y van a Misa diariamente?
Si lo hacen de esta manera, su alma gozará de una perfecta salud, sino lo hacen, la tendrán desnutrida.
Hoy he hablado de nuestros padres que nos educaron en la Fe, que nos llevaron a bautizar a los pocos días de nacer, que nos hicieron el gran regalo de nuestra vida, acercarnos a Jesús…queridos, correspondamos con ellos, seamos buenos hijos, recemos por nuestros padres igual que ellos rezaron por nosotros, si sus padres están vivos den gracias a Dios y cuídenlos mucho y si ya han fallecido no dejen ni un sólo día de rezar por sus almas, pero háganlo, no digan que lo hacen y se queden en una frase hecha: ¡háganlo! Y si pueden, apliquen una Misa de requiem por nuestros padres.
Todo lo material y terrenal que han hecho nuestros progenitores por nosotros es perecedero, pero todos los bienes espirituales que nos donaron, nos servirán para alcanzar la vida eterna. Dios mío, gracias por mis santos y amados padres.
Sonia Vázquez
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