comunión en la mano

Cuando recibir la Comunión en la mano puede ser pecaminoso

Existen muchas consultas de católicos preocupados preguntando si es correcto a los fieles seguir la corriente a los decretos de los obispos que fuerzan a la comunión en la mano. Aquí hay algunas respuestas.

Cuando recibir la comunión en la mano puede ser pecaminoso, un artículo de Peter Kwasniewski para LifeSiteNews

Muchos obispos alrededor del mundo están tratando de obligar a los católicos, que están en la correcta disposición para acercarse a la Sagrada Eucaristía, a recibir a nuestro Señor en el mano contrario a sus conciencias bien formadas sobre el riesgo involucrado en ese método y contrario a sus derechos canónicos a recibirlo en la lengua. He recibido muchas consultas de católicos preocupados preguntando si los obispos realmente tienen tal autoridad y si siempre es adecuado a los fieles seguir la corriente a tales decretos. Presento aquí algunas de estas consultas y mis respuestas.

 Pregunta:

Aunque afortunadamente tengo acceso regular al Santísimo Sacramento, en la diócesis donde actualmente residen mis hijos el obispo, como muchos otros, ha “ordenado” la comunión en la mano. Discutí con mis hijos sobre cómo el obispo no tiene la autoridad para ordenar tal cosa, y compartí muchos artículos (incluyendo el suyo), los cuales mis hijos discutieron con sus sacerdotes. Sin embargo, estos sacerdotes solo van a hacer “lo que dice el obispo”, y durante las últimas semanas mis hijos se han abstenido del todo de recibir la comunión en vez de recibirla en la mano. ¿Deben mis hijos continuar absteniéndose de recibirla? Me parece simplemente que sería una capitulación a los deseos del demonio si dijéramos “okey, lo que sea, yo necesito la Comunión, así que seguiré adelante y por ahora la recibo en la mano, mientras sea mi única opción.” De todas formas, detesto “ceder” a este progresismo destructivo, pero ¿estaría realmente equivocado recibirla en la mano si no estuviera disponible hacerlo de otra manera?

Respuesta:

Esta es una dolorosa cruz que muchos católicos tienen que llevar en estos días de prioridades al revés. Unas pocas consideraciones.

1- Dado que los obispos están abusando de su autoridad (y que ellos lo están haciendo así está más allá de la duda dada la ley universal que no pueden simplemente dejar de lado) es un error capitular a sus demandas, ya que esto solamente los confirmaría en su desprecio por la ley, la tradición y los legítimos derechos de los fieles. Lo mismo es cierto para los sacerdotes: ellos quieren ser “obedientes,” pero realmente están siendo facilitadores de extralimitaciones episcopales, tal como lo explico aquí. Podemos perdonar sus debilidades, pero no debiéramos aplaudirlos por “alinearse.” ¿Recuerdan a los católicos austriacos en la época de Hitler? Ellos se alinearon excepto por Franz Jägerstätter. Todos dijeron “¡Oh! Podemos hacer cuadrar este juramento de lealtad Nacionalsocialista con el catolicismo,” y él dijo: “No tan rápido. No veo cómo podría.” Él es reconocido por la Iglesia como un mártir. Podemos esperar que el Señor tenga misericordia del resto que cedió.

2-“¿Es un gran problema recibirla en la mano?” Bueno, para empezar, si estuviéramos haciendo esto según el modo antiguo, la recibiríamos en la mano derecha (¡no en la izquierda!), y nos inclinaríamos en adoración hacia el pan santo con la lengua y luego lameríamos nuestra palma para asegurarnos que no quedara ningún fragmento. (Aún uno ve a los sacerdotes bizantinos lamiendo sus dedos mientras limpian el antimisio después de la comunión.) En otras palabras, nada de lo que se está haciendo hoy en día desde el falso “renacimiento” de la comunión en la mano en los años de 1960 y ’70. Podría ser posible recibir de la manera verdaderamente antigua sin pecado, pero haciéndolo así se estaría “resaltando” del resto de las personas, lamiéndose la mano, lo cual es poco higiénico a los estándares de hoy, especialmente si ahí hay peligro de gérmenes dañinos. Dicho de otra forma, la antigua manera de recibir la comunión en la mano tiene un par de desventajas, desde el punto de vista higiénico, de recibir directamente en la lengua.

3-Me parece que aquí existe un gran riesgo de consecuencialismo: “Queremos el sacramento X…por tanto estamos dispuestos a recibirlo lo menos reverentemente.” Si el sacramento X fuera uno de absoluta necesidad, esto sería más entendible. Pero el único sacramento así es el bautismo. Los sacramentos no son solo para mi beneficio personal, sino para la adoración de Dios en sí mismo, y para Su glorificación en mí. Así que no debo simplemente descartar la manera en la cual el Espíritu Santo ha conducido a la Iglesia a perfeccionar sus expresiones de reverencia, sobre todo cuando se trata de la recepción del Dios-Hombre Jesucristo en la Sagrada Comunión.

4-Hablando desde el punto de vista práctico, deberíamos tratar de encontrar sacerdotes que estén dispuestos, al menos privadamente, a dar la comunión de manera tradicional y normativa, esto es, en la lengua; y si esto no es posible, entonces quizás se podría, una vez al mes, ir a un lugar y hacer un medio día de oración del rosario o de alguna parte del Oficio Divino, y tratar al Señor Eucarístico con el honor que Él merece. Mientras tanto, sabemos que los santos no solo han recomendado la comunión espiritual, sino que han enfatizado su poder. Santa Teresa al final de su vida fue obligada a hacer comuniones espirituales porque no podía retener los alimentos, y lo convirtió en otro medio más de purificación y santificación.

A mí me parece que esta calamitosa situación no puede durar por siempre. Siempre habrá clérigos que, a pesar de ser comparados con adolescentes rebeldes por el Papa, observarán sus deberes solemnes ante Dios y el hombre y tomarán estos deberes seriamente. Mientras tanto, debemos mantener nuestra vida de oración en todos los modos que estén abiertos para nosotros como laicos. De esta forma, seremos fortalecidos para el viaje a través del desierto.

Pregunta:

Ha existido un gran debate entre algunos de mis amigos y yo sobre el asunto de recibir la Sagrada Comunión en la mano. Un hombre joven, aunque favorece la anulación de la comunión en la mano, cree que es un error decir que es un pecado. Su argumento central es que “el Magisterium vivo lo ha permitido” (ver Redemptionis Sacramentum, N°92) por tanto, sostener una opinión así sería el resultado de una consciencia formada impropiamente. Esto me suena a mí como un enfoque positivista y ultramontano. Existe una tradición litúrgica objetiva a la que el Magisterium vivo debe adherirse. A mi me parece que la comunión en la mano puede ser un sacrilegio, y si es así, sabemos que el sacrilegio es un pecado. Creo que la cuestión en general es: ¿Puede el Magisterium vivo promover algo pecaminoso mediante documentos oficiales?

Respuesta:

Si se toman las precauciones necesarias sería difícil sostener que es necesariamente un pecado recibir la Eucaristía en la mano. Después de todo, si fuera en sí un pecado, esto nunca podría haber sido practicado en la Iglesia de los primeros tiempos. Si uno sigue la descripción atribuida a San Cirilo, ubicaría la mano derecha bajo la izquierda y cuando la hostia esté en la mano, se inclinaría hacia ella (no moviéndola) y tomaría la hostia con la boca, lamiendo el área en la palma de la mano con el fin de que no queden partículas. Esta no es una forma de “auto-comunicación”, sino simplemente usar la mano derecha como una patena y mostrando adoración en la inclinación. (Me refería a esto aquí.)

Lo mismo: no vivimos en al siglo quince, vivimos en el siglo veintiuno, después de un milenio durante el cual la Iglesia, movida por el Espíritu Santo, abandonó la comunión en la mano en todas partes por la siempre creciente reverencia al Santísimo Sacramento,  a la profunda apreciación de la unción especial conferida a las manos del sacerdote para manipular las cosas sagradas y al darse cuenta de los peligros conectados a la recepción en la mano. Algo que en otra época podría haber sido aceptable se convierte en algo inaceptable en otra, precisamente porque la práctica de la Iglesia se desarrolla, incluso mientras desarrolla su percepción de los misterios revelados. (Si se fuese a contrarrestar que este desarrollo fue en dirección de la corrupción, básicamente se ha convertido en un protestante o en un devoto del error del falso anticuarismo.)

Para aquellos que se dan cuenta, como debiera serlo cada católico bien catequizado, de que las tradiciones de la Iglesia están para ser veneradas y confiadas, y quien sabe que la comunión en la mano ha sido abandonada hace mucho tiempo y reemplazada por las razones adecuadas con la comunión en la lengua, sería un pecado recibirla en la mano, porque estaría actuando contra la propia consciencia y contra la comprensión de la fe. Sin embargo, existen muchos católicos que están formados pobremente y son tan ignorantes que realmente no saben cual era la tradición o porqué era así, o incluso, para empezar, porqué debemos  confiar en nuestras tradiciones. Un católico si está en estado de gracia e intenta hacer lo que cree que la Iglesia le pide hacer, no estaría (necesariamente) cometiendo un pecado.

Obviamente que al decir esto de ninguna manera se terminan los serios problemas con la comunión en la mano. No es apto para manos que no están ungidas manipular el Cuerpo de Cristo. Se corre el riesgo de profanar a Nuestro Señor por la pérdida de fragmentos. Es contraria a la tradición orgánica. El Magisterio vivo mismo, tal como tú correctamente dices, tiene la obligación de adherirse a la tradición y no contradecirla, lo cual sería equivalente a decir al Espíritu Santo que se pierda. Hasta Pablo VI, que fue daltónico y sordo cuando se trataba de la liturgia, parece haber reconocido esto (ver el extrañamente contradictorio documento Memoriale Domini del 29 de mayo de 1969, de la Sagrada Congregación para el Culto Divino, aprobado por Pablo VI), pero él fue demasiado débil y dubitativo para defender lo que él sabía ser verdad. Nosotros, por otra parte, no debemos ser débiles y dubitativos en seguir la sabiduría de la tradición.

Pregunta:

Algunas personas dicen que la comunión en la mano puede ser pecado en el contexto de la Misa Tradicional Latina, porque ahí está prohibido, sin embargo no es pecado en el Nuevo Rito, donde es permitido. ¿Cómo puede esto tener sentido? ¿Puede ser pecaminoso en un rito pero no en el otro? ¿O estás diciendo que el acto en sí no es un pecado, pero el conocimiento de que recibe puede determinar su culpabilidad y, por tanto, el peso del pecado?

Además, ¿es siempre un error ir en contra de la propia conciencia? Digamos que la conciencia de alguien le molesta por recibirla en la mano, ¿debería confesarlo? Yo pensaría que sí, y que nunca debiéramos ir contra nuestra conciencia, pero solo quería aclarar.

Respuesta:

Puede ser un pecado ir en contra de las rúbricas obligatorias. Dado que en el antiguo rito se requiere que la comunión sea en la lengua, despreciarlo sería un pecado. En el nuevo rito, por contraste, no es obligatoria la comunión en la mano, es permitida. De hecho, la norma universal es en la lengua, con la comunión en la mano se ha hecho de la excepción una norma. Esto significa que nunca puede ser pecado rechazar recibir la comunión en la mano, así como nunca es malo insistir en recibirla en la lengua, con tal que se esté en condiciones de acercarse al Sacramento,

De acuerdo a Memoriale Domini tienen que cumplirse un número específico de condiciones antes para que la comunión en la mano pueda ser permitida, y si alguna de las condiciones cesa de cumplirse, debe ser suspendida. Estas condiciones muy pocas veces se respetan o se logran y la evidencia indica que ellas son violadas habitualmente. Una vez que los clérigos se dan cuenta de este hecho, deben tienen una obligación, basada en la ley natural, divina y eclesiástica, de restringir la comunión en la mano y, eventualmente, reemplazarla con la normativa práctica tradicional.

En general, una vez que uno se da cuenta de los problemas alrededor de la comunión en la mano – ya sea del riesgo de profanación, que conduce a la pérdida de la fe en la Presencia Real y en la especial naturaleza del sacerdocio ordenado; ya sea porque es contrario a la conveniente tradición de muchas centurias; ya sea porque es contraria incluso a las estipulaciones de Pablo VI, que facilita el robo de la Hostia para rituales satánicos, etc – entonces sería contrario a una consciencia bien formada recibir de esta manera y así, sería pecaminoso.

Después de todo esto no es una situación extraña. Muchas veces las personas están malamente formadas sobre las acciones morales, y en tal desventaja que no son culpables de su ignorancia. Las personas pueden hacer objetivamente cosas equivocadas sin estar siendo subjetivamente culpables de elegirlas como malvadas. Sin embargo, una vez que ellas se “ponen al tanto”, entonces están obligadas a seguir sus consciencias mejor formadas.

Debemos también recordar la clara enseñanza de las Escrituras y de los santos: Dios aún está disgustado por las acciones objetivamente malvadas, incluso cuando sus perpetradores son ignorantes o engañados acerca de lo que están haciendo. Además, las personas sufrirán consecuencias negativas por sus acciones malignas. Alguien que piensa que la contra-concepción es moralmente aceptable está no obstante lastimando su vida y sus relaciones practicándola y contradice verdaderamente la voluntad de Dios, Creador y Señor de la vida.

Esta es la razón de porqué la tradición católica concede tanta importancia a la formación de la conciencia y porqué tiene sentido que alguien confiese cualquier cosa que le parezca a él ser un pecado contra lo que sabe o cree ser agradable a Dios.

Peter Kwasniewski

*Nota de edición: La fotografía pertenece al artículo original publicado por lifesitenews. MarchandoReligion declina toda responsabilidad

Puedes leer este artículo sobre la comunión en la mano en su sitio original en inglés aquí: https://www.lifesitenews.com/blogs/when-receiving-communion-in-the-hand-can-be-sinful

Revisa esta interesante entrevista a nuestra compañera y directora sobre la comunión en la mano:


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Profesor Peter Kwasniewski: (Chicago, 1971) Teólogo y filósofo católico, compositor de música sacra, escritor, bloguero, editor y conferencista. Escribe regularmente para New LiturgicalMovement, OnePeterFive, LifeSiteNews, yRorateCaeli. Desde el año 2018 dejó el Wyoming CatholicCollegeen Lander, Wyoming, donde hacía clases y ocupaba un cargo directivo para seguir su carrera como autor freelance, orador, compositor y editor, y dedicar su vida a la defensa y articulación de la Tradición Católica en todas sus dimensiones. En su página personal podrán encontrar parte de su obra escrita y musical: https://www.peterkwasniewski.com/